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Agua caliente del grifo: motivos por los que no debes usarla en la cocina

Muchas personas acostumbran a utilizarla para cocer la pasta o el arroz, entre otras cosas

¿Alguna vez utilizaste el agua caliente que sale directamente del grifo para ahorrar tiempo en la cocina? Es cierto que esta idea es tentadora y puede que en más de una ocasión te hayas preguntado si funcionaría en lugar de hervir una olla con el vital líquido.

Pues, en realidad, lo que hay que cuestionar no es la eficacia de esta «técnica», sino sus efectos sobre la salud, ya que esta práctica está totalmente desaconsejada, pues representa un riesgo real a mediano y largo plazo. Y es que este hábito que parece muy práctico y ahorrador a primera vista, no es tan saludable como se podría pensar.

Pese a que puedas beber agua del grifo en casa sin miedo, debes tener cuidado, y aunque puedas usar agua del grifo para cocinar, esto solo es válido para el líquido fría.

¿Cuáles son las razones? Según la explicación entregada por el toxicólogo canadiense Tamaro Diallo en Grazia, «el agua caliente del grifo es más propensa a contener agentes contaminantes y metales residuales tóxicos. Así que es mejor ser paciente y dejar que el agua fría hierva».

¿Esa agua es un peligro para la salud?

Parece algo sin sentido, pero lo cierto es que cuando el líquido sale frío no es igual que si lo hace caliente, pues para eso tiene que pasar por un proceso adicional para calentarse antes de salir de abrir la llave.

Básicamente lo que esto significa es que el problema se encuentra en que cuando es caliente el vital líquido sale directamente del calentador de agua, donde ya tiene varias horas de almacenamiento, la proliferación de bacterias es bastante común y el agua queda expuesta a una serie de contaminantes, los cuales, vivos o no, pasan a generar parásitos que después se van a utilizar para cocinar los alimentos.

Pero eso no es todo, algunos análisis han detectado la presencia de microorganismos y sedimentos no orgánicos que se suman a la composición mineral, haciendo que el agua caliente del grifo también favorezca la migración de todo tipo de metales. De hecho, los estudios dieron como resultado que hay el doble de plomo en el agua a 25 °C que en el agua a 15 °C (el agua hirviendo tiene una temperatura de unos 85 °C).

Por eso, aunque su contenido siga siendo bajo, es preferible ser precavido y utilizar solo agua fría de los grifos en la cocina, y por supuesto, usar esta para hervir. Si eres realmente impaciente y no quieres esperar todo lo que le toma al agua para alcanzar la temperatura que necesitas, siempre puedes utilizar un hervidor especial para llevar el agua a su punto de ebullición con mucha más rapidez. Ten en cuenta de que esto debe aplicar también para las bebidas calientes.

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Dany Levito

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