Conoce esta deliciosa receta para preparar pasta a la carbonara
Las pastas a la carbonara son una de las recetas más conocidas en el mundo, por lo que es un platillo amado y aceptado por todos. Hoy vamos a enseñarte a preparar una carbonara utilizando un ingrediente secreto que hará de tu preparación una de las más deliciosas que jamás hayas probado.
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Mucho la conocen por ser una de las recetas tradicionales de la cocina italiana, pero siendo más precisos, estamos hablando de una receta típica romana que se ha ganado el amor de todos a lo largo del mundo, al punto de que ha sido modificada dependiendo del lugar en el que se prepare. Por supuesto, se trata de pequeños cambios que no cambian la esencia de la receta.
La carbonara es una preparación que combina sabores fuertes con texturas crujientes y cremosas. En algunos sitios se le agregan otros ingredientes como tocino, cebolla o emplean pastas cortas en lugar de largas. Por otro lado, están las personas que afirman que en la preparación debe incluirse la clara del huevo y los que solo utilizan la yema, también aquellos que agregan un poco de nata. Pero ¿Es posible que exista algún ingrediente secreto que le dé un toque y consistencia cremosa y deliciosa a la carbonara? Comprobémoslo.
¿Cómo preparar la carbonara perfecta?
Algo que se debe dejar en claro es que no existe una verdadera receta original, ¿Por qué? Sencillo, se desconocen los orígenes exactos de esta receta. Sin embargo, en la tradición romana existen datos muy explícitos y estrictos que pueden explicar fácilmente la preparación de la auténtica carbonara.
Para preparar la carbonara, el primer y único secreto es escoger los ingredientes de mayor calidad: queso pecorino romano de sazón media, panceta guanciale de primera calidad y espaguetis. Adicional a eso, otros ingredientes que no pueden faltar son el bacon cortado en cubos, el queso parmesano, la cebolla y, sobre todo, un poco de nata.
Preparación:
Comienza colocando a hervir el agua hasta alcanzar el punto de ebullición, luego, sumerge las pastas en la olla y no olvides agregar un poco de sal, siempre teniendo en cuenta que tanto el guanciale como el pecorino son muy salados. Mientras se están cocinando las pastas, retira la piel del guanciale y córtalo en cubos, asegura un trozo de corteza y colócalo en el agua donde se están cocinando las pastas.
Ahora, toma una sartén y saltea el guanciale sin agregar ningún otro ingrediente para que se cocine con su propia grasa (El secreto está en la forma de cortar el guanciale, entre más gruesos sean los cubos, más crujientes quedarán al cocinarse). Cuando el guanciale esté crujiente, retíralo del fuego. Luego, comienza a preparar la crema utilizando una yema de huevo y un huevo completo, esto les hará tener la cremosidad ideal. A continuación, añade el queso pecorino rallado a los huevos y remueve con un tenedor hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados.
Puedes finalizar agregando una pizca de pimienta. Cuando la pasta esté lista, puedes saltearla en la grasa que quedó en la sartén y, para facilitar la liberación del almidón, añade un poco de agua de cocción, también agrega la crema de huevo y el queso pecorino a la pasta con la manteca de cerdo, esto debe hacerse fuera del fuego para evitar echar a perder la receta.
Finalmente, añade un poco de agua de cocción a la salsa y remueve rápidamente con una cuchara de madera para que huevo no se congele ni cause el clásico efecto tortilla.