La cúrcuma para tratar la artritis reumatoide y la inflamación
Durante los últimos años, la cúrcuma se ha extendido por todo Occidente gracias a sus propiedades medicinales y su exquisito sabor en diferentes preparaciones culinarias. Entre sus propiedades curativas podemos resaltar su capacidad para aliviar el dolor y reducir las zonas inflamadas en el cuerpo.
Estudios recientes han descubierto que el uso de la cúrcuma puede tratar los síntomas asociados con la artritis y la inflamación, ya que se trata de un agregado que cuenta con varios ingredientes activos que tienen poderosas propiedades antiinflamatorias. Esto ha llevado a los expertos a estudiar sus efectos medicinales, descubriendo que es cierto que puede aliviar los síntomas asociados con la artrosis, la artritis inflamatoria, la artritis reumatoide, la artritis psoriásica y la espondilitis anquilosante, por lo que se recomienda utilizar esta especia con frecuencia para mantener a raya los dolores causados por estas enfermedades.
Suplementos de cúrcuma y curcumina
La cúrcuma cuenta con un poderoso ingrediente activo: la curcumina, la cual tiene influencia en la mayoría de los procesos beneficiosos para la salud de nuestro organismo. Sin embargo, este compuesto activo solo representa un 3 o 5% de la totalidad de la raíz. Por eso, para aprovechar al máximo sus beneficios, los expertos recomiendan complementar la dieta con ayuda de un suplemento de curcumina.
Cuando se usa un suplemento, se puede absorber una concentración de curcumina de entre 200 mg y 1000 mg, siendo una dosis al alrededor del 95% de curcuminoides.
Hablando un poco más de sus beneficios, esta especia también es útil para bajar de peso cuando se combina con limón, y se ha demostrado que su consumo no tiene efectos secundarios ni contraindicaciones particulares, puesto que es un elemento de origen completamente natural que no requiere de manipulación química, por lo que la mayoría de las personas pueden tomar cúrcuma o curcumina con tranquilidad.
Pese a todos sus beneficios, se deben tener en cuenta algunas advertencias antes de agregarla a nuestra dieta:
Hay algunas personas que deben evitar la cúrcuma, entre ellas las mujeres embarazadas en periodo de lactancia y las personas con deficiencia de hierro. Además, se han observado algunas contraindicaciones entre los principios activos de la cúrcuma y ciertos medicamentos, entre ellos los anticoagulantes, antiácidos, sulfasalazina y medicamentos para la diabetes, por lo que es importante consultar a un médico antes de comenzar a incluir la cúrcuma dentro de tu alimentación diaria.