Estilo de vida

¿Cómo adelgazar sin dieta?

Bebe mucha agua. El principio de todo es beber mucha agua. Primero, porque el cuerpo está compuesto en un 60% de agua, pero también porque necesita regenerarse. Se pierde mucha agua durante una actividad. Beber agua también ayuda a drenar y eliminar toxinas. Y beber agua es mejor que beber refrescos durante todo el día.

Practica algún deporte. El deporte te permite moverte y estar en forma. El cardio te ayudará a mejorar tu respiración. Caminar, trotar, correr … ¡Son muchas las opciones! El cardio ayuda a quemar muchas calorías y a mantener el metabolismo alto. No te olvides de hacer un poco de entrenamiento con pesas, esto te ayudará a moldear tu silueta mientras pierdes y mantienes tu peso.

Opta por una alimentación variada y balanceada. Para tener una dieta balanceada, los nutricionistas recomiendan un equilibrio entre las grasas, carbohidratos y proteínas, que el cuerpo debe poder recibir en un día. Al permitir que el cuerpo tenga estos recursos, evitará deficiencias. Además, una dieta variada permite tener todo, tanto en términos de sabor como de ingesta nutricional.

Sigue horarios regulares a la hora de comer. Esto te permitirá controlar el hambre. El cuerpo se acostumbra a recibir alimentos en horarios fijos, lo que le permite tener tiempo para digerí

Reduce el consumo de sal. La sal es más peligrosa de lo que podríamos pensar. El consumo excesivo de sal puede provocar enfermedades cardiovasculares, hipertensión y retención de líquidos.

Permítete pequeños antojos. Cuando sigues una dieta, privarte no es el camino a seguir. De hecho, la privación a menudo es sinónimo de frustración y conduce a compulsiones alimentarias que pueden ser mucho más difíciles de superar. Permítete algunos antojos sin abusar de ellos. ¡Comer de vez en cuando un trozo pequeño de chocolate no te hará ganar 10 libras y así evitarás tanta frustración!

Evita los platos preparados. Si es una solución fácil, las comidas preparadas no son buenas ni para la salud ni para la línea. Contienen demasiados aditivos: edulcorante, conservantes, colorantes o potenciadores del sabor. Además, durante el procesamiento de alimentos el índice glucémico aumenta considerablemente. Los platos preparados son más calóricos porque la grasa mejora el sabor, pero también menos nutritivos porque proporciona suficiente sabor y reemplaza los condimentos y especias que se pueden usar cuando se cocina en casa.

Limita el consumo de alcohol.  El alcohol es una bebida que es eliminada muy rápidamente por el cuerpo y que no ayuda en la perdida de grasa. Por lo tanto, el consumo de alcohol favorece la acumulación de grasa, especialmente en la zona abdominal.

 

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Veronica Pereira

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