¿Cuál es la mejor hora del día para hacer ejercicio?
Realizar actividad física sin haber probado un bocado de comida es una práctica que está ganando popularidad entre muchas personas y que puede dar lugar a muchas confusiones.
De acuerdo con el resultado de un estudio publicado en el Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism: «Existe una relación entre el ayuno nocturno y el deporte que muchos no conocen. Aquellos que realizan actividad física sin haber consumido algún tipo de alimento, queman el doble de grasa y mejoran su salud». Lo que significa que te ayudaría a perder grasa con mayor rapidez, sin embargo, esto no influye en la pérdida de peso
Pero ¿Cuál es el mejor momento para hacer ejercicio? La respuesta es muy sencilla: por la mañana, antes del desayuno. Muchas personas tienen el hábito de practicar algún deporte antes de ir a trabajar, y en la actualidad también hay pruebas científicas de que hacer ejercicios nada más al levantarse, sobre todo si se tiene sobrepeso o se sufre de obesidad, es bueno para la salud. Además, muchas investigaciones ya han revelado que hacer ejercicio en ayunas mejora la tolerancia a la glucosa en una dieta alta en grasas. Ahora, según un trabajo publicado en el Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, se ha demostrado que existe una relación entre el entrenamiento, la hora del desayuno y la grasa quemada.
Los resultados del estudio: mejor hacer ejercicio y luego comer
Lo primero que se debe saber es de dónde proviene la energía del cuerpo para entrenar y qué sucede cuando está en ayunas. Generalmente, el cuerpo tiene tres fuentes de energía diferentes: los carbohidratos, la grasa y la proteína. Los carbohidratos se convierten rápidamente en glucosa y la principal fuente de energía del cuerpo es la glucosa, la cual viaja a través de la corriente sanguínea y se almacena como glucógeno en los músculos y en el hígado». Es una fuente rápida para obtener energía al hacer deporte, sobre todo para ejercicios de alta intensidad.
En el experimento, el cual duró seis semanas, participaron 30 hombres que sufrían de sobrepeso y obesidad. Los participantes fueron divididos en tres grupos: el primero desayunó antes del entrenamiento, el segundo después del entrenamiento y el tercero no hizo ningún cambio en su estilo de vida. Luego de seis semanas, se vio que los participantes que se ejercitaron en ayunas, antes de desayunar, quemaron el doble de grasa que el grupo que se ejercitó después de comer. Los científicos aclaran que el motivo de esto es que tras el ayuno nocturno, el nivel de insulina es más bajo y esto permite al cuerpo consumir más grasa durante el entrenamiento. Los músculos también responden positivamente al ayuno y a la insulina, controlando con mucha efectividad los niveles de azúcar en sangre.
Hacer deporte en ayunas mejora nuestro estado de salud
En primer lugar, algo que no debes confundir es la quema de grasa con la pérdida de peso. Javier González, autor del estudio de la Universidad de Bath, señala que la práctica de actividad física por las mañanas sin haber consumido algún alimento generó un aumento significativo de la salud en general. Se trata de un estudio todavía embrionario, pero como señala el otro autor, Garet Wallis, de la Universidad de Birmingham, los resultados obtenidos hasta ahora sugieren que entrenar inmediatamente después de ayunar por la noche puede amplificar los ya numerosos beneficios del ejercicio y podría ser una clave para aumentar la eficacia del entrenamiento, sobre todo para aquellos que sufren sobrepeso y obesidad.