Sentarse con las piernas cruzadas es un muy mal hábito, y esta es la razón
Cruzar las piernas puede ser un gesto femenino, e incluso un poco sexy. Pero deberías saber que cruzar las piernas puede ser malo para tu salud.
Mientras estás leyendo esto, probablemente estés sentado. Ahora tómate un minuto para considerar cómo están colocadas tus piernas. ¿Están los dos pies apoyados en el suelo? ¿Están elevados en un banco? ¿O están cruzados? Si está sentado con las piernas cruzadas, puedes enderezarlas.
Es posible que hayas oído que sentarse con las piernas cruzadas aumenta el riesgo de sufrir varices, esas antiestéticas venas azules que hacen imposible llevar pantalones cortos o faldas y que pueden causar dolor, palpitaciones y picores.
Piernas cruzadas
A nivel articular, es una posición que provoca una mala postura con consecuencias importantes para la espalda, ya que la columna adopta una posición incorrecta y provoca un leve adormecimiento de los pies y las piernas, lo cual puede generar parálisis del nervio peroneo común (ubicado detrás de la rodilla) cuando se mantiene la posición durante mucho tiempo. Este adormecimiento ocurre porque se ejerce presión sobre un nervio específico ubicado detrás de la rodilla.
De igual forma, se dice que cruzar las piernas puede ocasionar un aumento temporal de la presión arterial debido a que las piernas cruzadas empujan la sangre hacia el corazón e impide el flujo sanguíneo, por lo que no se recomienda a personas con alto riesgo de coágulos sanguíneos.
Venas varicosas
El movimiento y la actividad física favorecen al flujo sanguíneo, en cambio, el sedentarismo y la inactividad no estimulan la circulación, por lo que al cruzar las piernas se puede conducir a la formación de varices debido a la presión ejercida sobre toda la parte baja del organismo, causando que la estructura blanda de las venas se estire, potenciando la aparición y notoriedad de las varices.
No hay de qué preocuparse si te sientas con las piernas cruzadas por uno o dos minutos, pero si las cruzas regularmente durante más de 10 o 15 minutos seguidos, el riesgo aumenta significativamente.
Caderas y espalda
Al cruzar las piernas provocamos un desequilibrio pélvico, ya que al adoptar esta postura ejercemos más peso sobre uno de los lados de la pelvis. A consecuencia de esta mala colocación, la columna vertebral también se desalinea, tomando una postura curvada aumentando la tensión muscular. Si esta posición se mantiene de forma habitual por mucho tiempo, podemos acabar desarrollando hipertrofia muscular con un dolor muy agudo en las caderas y la espalda.
Por último, la posición con las piernas cruzadas tampoco es favorable para los hombres, ya que sus partes íntimas pueden ser apretadas, lo que puede causar serios problemas al momento del rendimiento sexual y la procreación. La mejor manera de sentarse es mantener la espalda recta, colocar los pies en el suelo y mantener los hombros hacia atrás.