Si algo tenemos presente, es que cada una de las 13 vitaminas de nuestro organismo cumple una función primordial en el cuerpo humano, y la falta de alguna de ellas puede ocasionar problemas de salud. La vitamina A, también conocida como retinol, pertenece al grupo de las vitaminas liposolubles.
Las vitaminas liposolubles son aquellas que se pueden diluir en aceites y grasas, contrario a lo que sucede con las vitaminas hidrosolubles, que son las que se disuelven en el agua. Estas liposolubles como la vitamina A, se pueden almacenar en algunos órganos como el hígado, que la sueltan cuando nuestro cuerpo más la necesita.
Como todos sabemos la vitamina A es un nutriente fundamental para nuestra visión, pero también es muy importante para el crecimiento, la reproducción, la división celular y la inmunidad de nuestro organismo. Asimismo, incluyen propiedades antioxidantes que protegen las células de las malas consecuencias de los radicales libres, los cuales son los que contribuyen en la aparición de enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer, envejecimiento y otras enfermedades.
En cuanto a nuestra visión, la vitamina A junto con los carotenoides, componen la rodopsina, que es una sustancia que se encuentra presente en la retina del ojo, dándole la sensibilidad a la luz. Dicha sustancia la podemos encontrar en los alimentos en forma de retinol o provitamina A. Los carotenoides, que tienen como principal componente a los betacarotenos, son transformados en vitamina A por el organismo.
¿Cómo puede afectar la insuficiencia de la vitamina A en las hormonas tiroideas?
La vitamina A y sus derivados, tienen una función importante en el crecimiento y desarrollo normal de las personas, comprobando que también regulan el metabolismo de las hormonas tiroideas al impedir un aumento excesivo en sus niveles.
No obstante, cuando hay deficiencia en vitamina A, puede provocar diversos problemas a nivel tiroideo, como la reducción del llamado yodo tiroideo junto con la tiroglobulina, altera la variación de TSH, y al aumentar el tamaño de la tiroides incrementa los niveles de hormonas.
El consumo de alimentos o suplementos con vitamina A, ha evidenciado traer beneficios en niños con deficiencia en yodo, al reducir el tamaño de la tiroides, la tiroglobulina sérica y la TSH.
Por todo esto, cuando se sufre de enfermedades tiroideas y autoinmunes, lo que se debe hacer es medir los niveles de vitamina A en la sangre para prevenir déficits graves.
¿Dónde podemos encontrar la vitamina A?
La vitamina A está presente en muchos alimentos como son: productos lácteos, hígado, yema de huevo, aceite de hígado de bacalao. En muchas verduras como son: espinacas, zanahorias, col, brócoli, ajo, diente de león, perejil, aceite de germen de trigo, calabazas, lechuga, tomates. En frutas como: melocotón, naranja, sandía, melón, albaricoque, que son alta fuente de vitamina A.
Las personas que tienen una mala alimentación o una dieta limitada pueden tomar la vitamina A en los suplementos orales y obtener sus beneficios. Cuando se toma vitamina A por sus propiedades antioxidantes, se debe tener en cuenta que en los suplementos no se obtienen los mismos beneficios de la vitamina A que encontramos naturalmente en los alimentos.
