10 síntomas de la anemia que seguramente no conoces
La anemia es un trastorno sanguíneo que afecta a cerca de 1.600 millones de personas en todo el mundo. Se produce cuando el número de glóbulos rojos saludables cae por debajo del nivel recomendado o cuando estas células no tienen la suficiente cantidad de hemoglobina.
Los pacientes más comunes con anemia suelen ser las mujeres y las personas con enfermedades crónicas, un ejemplo de su causa es una menstruación intensa, un parto, una operación quirúrgica o las úlceras. Los síntomas de la anemia pueden ser leves o severos y sus causas son varias, desde una deficiencia de hierro hasta un trastorno sanguíneo más severo.
Generalmente, la causa es la deficiencia de hierro y suele ir acompañada de pequeños síntomas como dolor en la boca, esquinas agrietadas en los labios o coiloniquia, una patología que hace que las uñas se doblen hacia arriba y sean muy débiles.
Otro síntoma puede ser la deficiencia de vitamina B12 y puede identificarse por un hormigueo constante en las manos y los pies, además de temblor en las piernas y desequilibro errático.
Ahora veremos algunos síntomas claves para poder detectar la anemia a tiempo con el fin de acudir con un médico lo antes posible:
Antojos anormales.
Según una investigación publicada por Westchester Health, las personas con anemia pueden desarrollar el síndrome de Pica, una patología psicológica que provoca extraños antojos por comer cosas como tierra, hielo, papel, arcilla y similares. La pica se detecta generalmente en niños, pero puede aparecer en adultos y mujeres embarazadas.
Manos y pies fríos.
Las manos y los pies fríos señalan problemas de circulación. Si notas que tus dedos de las manos y de los pies están muy fríos con frecuencia o las uñas moradas, es mejor visitar a un médico pronto e incluir en la dieta regular más alimentos con alto índices de hierro.
Dolores de cabeza o mareos.
La deficiencia de hierro puede generar dolores de cabeza o mareos regulares. Los bajos niveles de hemoglobina en los glóbulos rojos impiden que el oxígeno llegue correctamente al cerebro, lo que impide que los vasos sanguíneos puedan dilatarse, aumentando la presión y causando dolores de cabeza. Esto también aplica para la baja presión sanguínea, mareos o enfermedades neurológicas como el Párkinson y la esclerosis múltiple.
Ritmo cardíaco anormalmente fuerte.
Los latidos fuertes puede ser una señal clara de que se está sufriendo anemia por deficiencia de hierro. Cuando los niveles de hemoglobina son bajos, el corazón se ve obligado a trabajar con más fuerza para poder brindar oxígeno suficiente a todo el cuerpo, lo que puede resultar en el ritmo cardiaco inestable. Para los casos más extremos, esto puede llevar a un aumento de tamaño del corazón, un soplo cardíaco o una insuficiencia cardíaca.
Uñas débiles y quebradizas.
La calidad de tus uñas dice mucho sobre tu estado nutricional. Las uñas sanas y fuertes reflejan un estilo de vida saludable y una dieta rica en todos los elementos que el cuerpo necesita, mientras que las uñas quebradizas son un síntoma de deficiencia que señala un estado anémico por insuficiencia de hierro.
Palidez.
La palidez puede notarse distribuida por todo el cuerpo o en zonas focalizadas como la cara, las encías o el interior de los párpados y de los labios inferiores. En una persona sin problemas, la parte interior del párpado inferior es de color rojo brillante, pero en una persona anémica, puede ser de color rosa pálido o amarillo.
Dificultad para respirar.
Cuando los órganos no reciben el suficiente oxígeno, los pulmones tratan de compensar esta deficiencia trabajando más duro. Si a simple vista se tiene buena salud pero te falta el aliento con facilidad, es posible que se deba a la falta de hierro.
Dolores en el pecho.
Algunos casos de anemia grave pueden causar ataques cardíacos, esto sucede debido a la ausencia de un flujo continuo de oxígeno y la hemoglobina, haciendo que el miocardio se comporte como si el suministro de sangre al corazón se hubiera detenido.
Agotamiento.
Debido a la falta de oxígeno en las células, el cuerpo no puede absorber los nutrientes necesarios para crear energía, causando debilidad y cansancio. Si estos síntomas persisten o te preocupan, consulta a un médico, ya que la fatiga también puede ser un síntoma para otros problemas de salud como diabetes o problemas de tiroides.
Heridas infectadas con frecuencia.
Si notas que tus heridas, por más pequeñas que sean, se infectan sin importar los cuidados o se tardan mucho en curarse, puede ser debido a los bajos niveles de hemoglobina.
Inquietud y hormigueo en las extremidades.
Los bajos niveles de hierro provocan el síndrome de piernas inquietas, el cual se caracteriza por una necesidad exagerada de mantener las piernas en movimiento. Las personas que padecen esta patología pueden experimentar hormigueo en las piernas y pies sobre todo durante las noches.