8 hábitos que debilitan el sistema inmunológico
Tener una idea de cómo sucede esto puede marcar una gran diferencia en la prevención de muchas enfermedades.
1. Azúcares
La sacarosa deprime la actividad del sistema inmunitario y drena valiosos minerales que el organismo podría utilizar para su funcionamiento. Incluso en pequeñas dosis, se ha demostrado que el azúcar es perjudicial para la salud, de hecho, tomar 100 gramos de azúcar puede reducir la actividad de los glóbulos blancos en un 40%. Se sabe que el efecto inmunodepresor causado por el azúcar comienza unos 30 minutos después de la ingesta y puede durar hasta cinco horas.
Si se consume azúcar por la mañana, por la tarde y por la noche, el organismo permanece crónicamente en un estado de caos que es perjudicial a mediano y largo plazo. Además, el azúcar se considera un asesino de nutrientes, ya que causa la no absorción de nutrientes.
2. Privación del sueño
Dormir poco aumenta la probabilidad de contraer resfriados u otros tipos de infecciones. Además, la falta de sueño puede provocar un aumento de la producción de la hormona del estrés y una mayor susceptibilidad a la inflamación. Sin embargo, los investigadores no saben con exactitud cómo el sueño refuerza el sistema inmunitario, pero está comprobado que dormir unas siete horas cada 24 horas es fundamental para mantener una buena salud.
Por otro lado, la falta de sueño también afecta negativamente a la secreción de melatonina, una poderosa barrera contra los radicales hidroxilos y dos veces más eficaz que la vitamina E contra los radicales libres.
3. Vacunas
En contra de la opinión que suelen entregar muchos médicos, las vacunas debilitan el sistema inmunitario, en lugar de fortificarlo. De hecho, no es raro que contengan sustancias químicas y metales pesados como el mercurio y el aluminio. Por otro lado, las vacunas también alteran ciertos equilibrios en los anticuerpos.
Nuestro sistema inmunitario se sobrecarga para hacer frente a la presencia de sustancias extrañas como los metales pesados, mientras que los virus tienen libertad para reunirse en comunidad, crecer y multiplicarse, por lo que esto es un poco contraproducente.
4. Medicamentos
Según los informes entregados por algunas investigaciones recientes, todo parece indicar que cientos de medicamentos aumentan la predisposición a las infecciones y deterioran la función inmunitaria. Los investigadores señalan una reducción de las citoquinas (hormonas mensajeras del sistema inmunitario) en personas que consumen antibióticos. Hace falta poner en marcha más investigaciones, pero se dice que el uso prolongado de medicamentos se asocia con una mayor frecuencia y duración de las infecciones.
5. Alcohol
Ya se ha demostrado en muchas ocasiones que el consumo de alcohol a largo plazo tiene graves consecuencias para la salud física y mental de las personas. Si bien beber un vaso de vino al día se considera una buena forma de potenciar la salud cardiovascular y cerebral, el problema se encuentra en los excesos. Un estudio de la Universidad de Rutgers señaló que el consumo constante puede reducir la producción de células cerebrales en un adulto hasta un 40% y disminuye la capacidad del sistema inmunitario para combatir enfermedades.
El alcohol empeora la metabolización de los nutrientes debido a los daños que causa en las células digestivas, además interfiere en la secreción de las enzimas necesarias para la digestión.
6. Estrés
La forma en la que se gestiona y afronta el estrés es un factor determinante para la buena salud. Muchas personas no tienen idea de que los niveles de estrés tienen una gran influencia en la forma en la que se comporta nuestro sistema inmunitario. El estrés crónico nos vuelve más propensos a padecer resfriados y gripe estacional, contribuyendo a la aparición de problemas de salud más graves, como enfermedades del corazón, diabetes y otras enfermedades.
7. Deficiencia de vitamina D
La vitamina D desencadena una serie de acontecimientos en la que muchos agentes patógenos son neutralizados. Por lo tanto, la falta de vitamina D puede debilitar este sistema inmune, lo que aumenta la probabilidad de que aparezcan enfermedades. Aunque la vitamina D puede obtenerse en algunos alimentos o suplementos, la mejor manera de sintetizarla es mediante la exposición directa al sol.
8. Ansiedad y miedo
Las emociones negativas pueden afectar el funcionamiento de nuestro organismo en muchos aspectos. Las cosas que suceden en la vida moderna actúan como un vicio en la imaginación de las personas. El miedo y la ansiedad crean una sensación de urgencia en el cuerpo y estimula la reacción del sistema simpático. Estos sentimientos negativos afectan a toda la salud del cuerpo, a los niveles hormonales y a la forma en que nuestras células inmunitarias nos defienden.