¿Has notado que últimamente se te cae mucho el cabello? No te preocupes. Es posible que la caída del cabello que sufres sea uno de los cambios que el cuerpo experimenta durante el otoño. Incluye en tu dieta estos alimentos para fortalecerlo.
–Proteína animal, especialmente las carnes blancas (aves, pavos, conejos) en huevos y mariscos. Contienen minerales como cobre, silicio, zinc, hierro y manganeso, que son necesarios para la formación de queratina y especialmente de aminoácidos esenciales, precursores de las proteínas capilares. En carnes, pescados y huevos también se encuentra la vitamina B12, esencial para el crecimiento de los tejidos.
– Col. Todos los de la familia de las crucíferas: brócoli, coliflor, repollo, coles de Bruselas son ricos en oligoelementos, incluido el manganeso mencionado anteriormente, que sirve para proteger el bulbo piloso y el tallo del cabello de los daños provocados por el estrés oxidativo.
– Zanahorias, albaricoques, duraznos, calabaza y todas las frutas y verduras de color amarillo-naranja. Son ricas en betacaroteno, un pigmento precursor de la vitamina A, que protege la salud del cabello.
– Aceite de oliva virgen extra. Excelente fuente de vitamina E, otra sustancia que protege el cuero cabelludo y el cabello.
– Yogurt y probióticos. Son buenos para el intestino y favorecen a la correcta absorción de nutrientes contenidos en los alimentos.
– Huevos, granos enteros, levadura de cerveza, champiñones, hígado y hortalizas de hoja verde. Todos ellos son una excelente fuente de ácido fólico y vitaminas B, que promueven la circulación sanguínea en el cuero cabelludo. Además, las vitaminas B5 y B6 estimulan la producción natural de melanina, evitando el proceso de encanecimiento del cabello.
– Cítricos, fresas, pimientos, kiwi, tomates y vegetales de hoja verde. Contienen vitamina C, un poderoso antioxidante natural que combate el envejecimiento celular y mantiene la piel y el cabello saludable.
– Agua. La hidratación también es fundamental para mantener nuestro cabello sano y fuerte. El cabello seco y la piel seca son síntomas de una deshidratación, una condición que si se prolonga con el tiempo puede estropear seriamente