¿Cómo limpiar el pulpo sin que pierda su sabor?
La guía paso a paso sobre cómo limpiar y cocinar pulpo sin perder su sabor característico.
El pulpo es uno de los mariscos más deliciosos y populares en la mesa. Su carne es ideal para la dieta mediterránea porque es baja en grasa y la forma más clásica de disfrutarlo es en una ensalada o con patatas.
El pulpo vive en fondos marinos rocosos o arenosos, de ahí la distinción entre el pulpo de roca, que vive cerca de las rocas y es más sabroso y delicioso, reconocible por la doble fila de ventosas de sus tentáculos, y el pulpo de arena, que tiene una carne menos valiosa, tentáculos más largos y finos y una sola fila de ventosas. En ambos casos, el pulpo fresco se reconoce por el color brillante de su piel, su carne firme y su intenso aroma «a mar».
¿Cómo se debe limpiar el pulpo?
Limpia cada rincón del pulpo: coloca el pulpo bajo el grifo y enjuágalo minuciosamente, prestando especial atención a los tentáculos, donde suelen acumularse partículas y suciedad. Limpia cada tentáculo a fondo, ya que esta tarea, aunque laboriosa, es imprescindible para obtener un pulpo de calidad.
Elimina la bolsa de tinta: da vuelta a la cabeza del pulpo y retira la bolsa de tinta que se encuentra en el centro. Es recomendable hacerlo en una zona amplia y fácil de limpiar, como el fregadero, ya que puede manchar con tinta. Si el pulpo que compraste aún conserva las vísceras, este paso es fundamental. Además, retira el pico y los ojos utilizando un cuchillo afilado o unas tijeras de pescadería. Finalmente, vuelve a enjuagar el pulpo bajo el agua del grifo para asegurarte de que esté completamente limpio.
Opción de pedirlo limpio en la pescadería: si prefieres ahorrar tiempo y esfuerzo, puedes solicitar en la pescadería que te limpien tanto la tinta como las vísceras del pulpo. De esta manera, se reducirá considerablemente el trabajo para limpiarlo en casa.
Recuerda, que para que el pulpo quede más blando, hay que golpearlo para romper las fibras. En algunas partes de España lo hacen directamente los pescadores, pero se puede hacer en casa con un ablandador de carne o golpeando el pulpo en una tabla de cortar.
¿Cómo y dónde guardar el pulpo?
El pulpo fresco puede conservarse en el frigorífico: una vez limpio, colócalo en un recipiente de cristal o plástico cerrado herméticamente o cúbrelo con film transparente, se conservará durante 24 horas.
Sólo puedes congelarlo si has utilizado un pulpo fresco. Y antes de cocinarlo, debe descongelarse la noche anterior en la nevera. Una vez descongelado, es mejor comer la carne de pulpo antes de 24 horas.
También se puede congelar el pulpo cocido. Después de limpiar y hervir el pulpo, deja que se endurezca y cortarlo en trozos pequeños. Colócalo en una bandeja forrada con papel de horno y mételo en el congelador.