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Estilo de vidaSalud

La menta: una hierba llena de bondades para nuestro cuerpo

De acuerdo con sus tipos, sus efectos varían, pero en general son muy similares

,La menta es históricamente una de las hierbas más utilizadas como remedio casero y método de relajación mediante ingesta; ya que es rica en propiedades que benefician al organismo. En muchas casas es un elemento que siempre hace parte de la alacena para que esté el alcance de todos en el momento en el que se necesite.

Para conocer a fondo sus bondades hay que entender, en principio, que existen varios tipos de menta; entre ellos están la hierbabuena, la menta poleo y la piperita.

La hierbabuena ayuda con problemas digestivos porque depura grasas saturadas, puede servir como calmante, expectorante, analgésico, antiinflamatorio y antiespasmódico. Aunado a esto, brinda un amplio aporte nutricional, toda vez que posee calorías, grasas, sodio, potasio, hidrato de carbono y proteína.

También es utilizada para limpiar heridas, dado que funciona como antiséptico, y disminuye el mal aliento por su efecto refrescante y porque combate los gérmenes que lo producen; de ahí el hecho de que muchas pastas dentales estén hechas a base de menta.

Dependiendo de los objetivos de cada persona, esta se puede emplear como aromaterapia, en crema, en cápsulas, en chicles (aunque estos traen adición de azúcares) y en té.

Ahora bien, hay que tener en cuenta que mujeres embarazadas no deben consumirla, pues esta podría provocar un aborto.

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Efectos similares con otros tipos de menta

Al igual que la anterior, la menta poleo tiene capacidades para disipar afectaciones digestivas, ya que ayuda a expulsar gases acumulados en el intestino; y estimula al hígado a segregar bilis, que es primordial para descomponer las grasas en ácidos grasos.

Ayuda a bajar la fiebre pues motiva el aumento de la sudoración, se usa en casos de gripa porque es expectorante y sirve como una especie de sedante, razón por la cual muchas veces se emplea cuando hay nerviosismo o problemas para dormir.

Por otro lado, la piperita es de las más comunes, pues resulta antiespasmódica, tónica, desinfectante, analgésica, antioxidante, anticonvulsiva, antiviral, antibacterial, digestiva y descongestionante. Ayuda con la disminución de náuseas, mitiga el mal aliento, alivia la jaqueca.

Se puede consumir en forma de té con sus hojas trituradas, en cápsulas, o en aceites cuando se trata de aplicación en la piel. Sin embargo, en este último caso se recomienda consultar antes a un dermatólogo, pues teniendo en cuenta que todos los tipos de piel son distintos; en algunos con daños previos, podría causar reacciones adversas como irritación.

Tampoco puede hacerse uso de ella en período gestante, ni lactante ya que puede afectar la producción de la leche materna.

Recuerda que siempre lo recomendable antes de hacer cualquier uso de un remedio natural, lo ideal es consultar con los expertos para que los efectos no sean contrarios y puedan causar daño en vez de generar sanación.

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Mayerlin Reyes

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