¿Suegra conflictiva? Lo que nunca debes decirle si quieres vivir sin estrés
Hay quien la quiere y quien la odia, pero siempre es una figura importante en el entorno familiar.
Sin duda alguna, la convivencia con la familia de nuestra pareja es una de las cosas más complicadas que existen en el mundo del amor.
Recientemente, se ha descubierto que el 30% de las separaciones en España están relacionadas con el comportamiento de la suegra. Todos estamos seguros de que conseguir y mantener una relación cordial con esta personalidad fuerte o dulce es necesario para vivir mejor y sin estrés en el hogar.
Si no consigues llevarte bien con tu suegra, sigue estos consejos vitales para tu supervivencia psicológica y utilízalos en caso de que tengas que lidiar con una suegra conflictiva.
Lo que nunca debes decirle a la madre de tu novio(a) o esposo(a) si quieres vivir tranquilo.
Su hijo prefiere mi cocina a la suya
Estás cometiendo un delito o acabas de empezar la Tercera Guerra Mundial. Nunca le digas a la madre de tu novio/marido que prefiere tu cocina (aunque sea cierto), para tu suegra puede ser el inicio de la guerra.
No conoce a su hijo tan bien como yo
De nuevo, estás abriendo las puertas del infierno si dices algo así, ya que este tipo de comentarios son completamente desafiantes. Recuerda que ella le dio la vida, lo crio y lo cuidó con amor y pasión, así que obviamente jamás aceptaría un comentario de ese tipo.
Tu opinión no me interesa, los niños son míos
Tu suegra fue madre antes de ser abuela, siempre tendrá un consejo para ti. Antes de que te salga el humo por las orejas como una cafetera, cuenta hasta 10, también porque al final siempre harás lo que te parezca.
Mi madre está en ello, lo tiene tiene todo controlado y no necesita ayuda
No excluyas a tu suegra desde el principio, recuerda que un aspecto importante de una familia es ayudarse mutuamente. Si se pone a disposición para algo, dale el beneficio de la duda y hazle partícipe de lo que ocurre. Sin duda, se sentirá más útil.
¡No digas siempre NO!
Tener una actitud hostil hacia tu suegra no te ayudará a ti, ni a tus hijos, ni a la relación con tu marido. Siempre será un perro el que lo muerda y el único que saldrá perdiendo podrías ser tú. Abre tu mente a nuevas consideraciones, puede que incluso te sorprenda.