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Estilo de vida

10 malos hábitos que arruinan tu ropa

Nuestros hábitos diarios pueden tener un impacto significativo en la duración y el aspecto de nuestra ropa. Desde la forma en que lavamos y almacenamos las prendas hasta los productos que utilizamos, cada uno de nuestros comportamientos puede acelerar el desgaste de los tejidos. Sin embargo, con algunos sencillos ajustes en nuestras rutinas, podemos mantener nuestra ropa en excelentes condiciones durante mucho más tiempo.

Ignorar la calidad al comprar

Cuando buscamos que nuestra ropa dure, la calidad del producto es fundamental. Si bien la moda rápida puede ofrecer precios tentadores, a menudo sacrifica la durabilidad de los materiales. Por el contrario, los artículos más costosos no siempre garantizan una mejor calidad. Independientemente de tu presupuesto, es crucial que te tomes el tiempo de inspeccionar cuidadosamente las prendas antes de realizar la compra. Examina la calidad de los tejidos, las costuras y los acabados. Si detectas fibras débiles, hilos sueltos o uniones mal realizadas, es mejor que busques otra opción.

No utilizar los productos correctos

Aunque los perfumes pueden ayudar a que la ropa mantenga su aroma por más tiempo, sus ingredientes a base de alcohol pueden debilitar las fibras y causar decoloración con el paso del tiempo. Por ello, es mejor aplicar los perfumes y desodorantes antes de vestirte. En cuanto a los detergentes, las fórmulas en polvo suelen ser más suaves con las prendas blancas, mientras que los líquidos son más adecuados para los colores y los tejidos oscuros. Además, lavar a bajas temperaturas ayuda a preservar la integridad de los tejidos.

Sobrecargar la lavadora

Llenar demasiado la lavadora puede tener consecuencias negativas para tus prendas. El exceso de ropa provoca un lavado menos eficiente y un mayor desgaste por fricción. Para evitar este problema, asegúrate de dejar espacio suficiente entre las prendas, de modo que puedas pasar la mano sin dificultad entre la ropa y el borde del tambor.

Lavar incorrectamente

Antes de meter una prenda en la lavadora, revisa siempre las instrucciones de la etiqueta. Algunas piezas requieren un lavado a mano o a baja temperatura para mantener su forma y color. Además, separa la ropa delicada del resto y, de ser posible, lávala por separado con un ciclo más suave. Para proteger aún más las prendas frágiles, puedes utilizaruna red especial durante el lavado.

Descuidar la preparación previa al lavado

El calor de la máquina puede fijar las manchas, haciéndolas prácticamente imposibles de eliminar. Productos como el vinagre blanco, el bicarbonato de sodio o el jugo de limón pueden ser excelentes aliados para pretratar las manchas difíciles. Recuerda también dar la vuelta a las prendas, cerrar los cierres y desabrochar los botones antes de lavar.

Subestimar los efectos del sol y la luna

Foto Freepik

Si bien el sol puede ayudar a blanquear la ropa blanca, también puede desvanecer los colores y afectar negativamente a las prendas oscuras. Por otro lado, el rocío nocturno puede provocar una reacción fotoquímica que decolora la ropa. Por lo tanto, es importante tener cuidado con la exposición de tus prendas a estos elementos naturales.

Almacenar incorrectamente la ropa

Una vez lavada y seca, la forma en que guardas tus prendas también puede impactar en su durabilidad. Algunas piezas, como las camisas y los pantalones de vestir, deben colgarse para evitar arrugas y deformaciones. Por el contrario, los suéteres y otras prendas de punto se deben doblar para mantener su forma. Evita utilizar perchas de metal, ya que pueden deformar los tejidos.

Descuidar el mantenimiento de la lavadora

Una máquina de lavado mal cuidada será menos eficaz y puede transferir olores desagradables a la ropa. Para mantener tu lavadora en óptimas condiciones, realiza ciclos de limpieza periódicos con vinagre blanco. Además, asegúrate de dejar la puerta y el cajón del detergente abiertos después de cada uso para prevenir la acumulación de moho y malos olores.

Trajes de baño

Nunca laves los trajes de baño en la lavadora, ya que esto puede provocar que se decoloren y deformen. En su lugar, sumerge la prenda en una solución de agua y bicarbonato de sodio para eliminar el cloro y los olores. Luego, lava a mano con un poco de detergente suave. Evita retorcer o colgar el traje de baño, en su lugar, sécalo presionando con toallas.

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No lavar la ropa fuera de temporada antes de guardarla

Almacenar prendas sucias, con restos de sudor, perfumes o suciedad, puede atraer insectos y ácaros, además de generar olores desagradables. Antes de guardar la ropa de una temporada a otra, asegúrate de lavarla y limpiarla a fondo. Este paso también se aplica a los zapatos y accesorios.

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Veronica Pereira

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