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Estilo de vida

Harina blanca refinada: ¿Es realmente perjudicial?

La harina de trigo es uno de los ingredientes más comunes de la comida occidental. Es la base para la elaboración del pan, la pasta, varios alimentos dulces y aplicaciones alimentarias industriales. La harina sin duda tiene mejores características que las harinas menos purificadas, especialmente cuando hablamos de su resistencia.

La harina blanca siempre ha generado mucha controversia, ya que nunca se ha dejado claro si los problemas de los que se hablan tienen una base científica o es culpa de un caso de «histeria colectiva». Hoy veremos un resumen donde estarán las posibles complicaciones para la salud que puede tener la harina blanca.

Residuos de blanqueamiento.

El blanqueamiento es un proceso que reduce el pigmento natural presente en la harina, aumentando su blancura. Esta práctica actualmente ya no se utiliza, consistía en la aplicación de algunas sustancias químicas: óxido de nitrógeno, cloro, peróxido de benzoílo, sales y más. Este proceso fue cancelado por dejar residuos que dañaban la salud de los consumidores. Pese a esto, hasta el día de hoy no ha sido motivo de preocupaciones o consecuencias letales para los que la consumen y se encontraba especificado en la descripción del producto. La Unión Europea abolió esta práctica por completo a finales de la década de 1990.

Esta es la explicación del por qué se dejó de practicar este proceso: El óxido de cloro, al entrar en contacto con ciertos compuestos de los aminoácidos, pueden formar oxalán, un elemento dañino para el páncreas que puede aumentar la probabilidad de padecer diabetes.

La enfermedad celíaca y su relación con la harina blanca.

La harina de trigo contiene menos proteína, pero más gluten que la harina integral. El gluten es un polipéptido basado en la glutenina y la gliadina, estas dos proteínas suelen ser independientes en el cereal entero, pero, después de ser molido y mezclado con agua, se activan creando una red elástica la cual encapsula los gases que liberan la levadura y aumenta su volumen.

Para el caso de las personas intolerantes, el gluten puede resultar causando reacciones graves a largo plazo. Este padecimiento es conocido como enfermedad celíaca y se compone de varios síntomas generados por el consumo de gluten.

La enfermedad celíaca es un padecimiento muy específico, pero se han encontrado casos en los que la persona puede ser asintomática. Además, no debe ser confundido con las imágenes no diagnosticables, las cuales generalmente se basan en la autosugestión. Para los celíacos el único tratamiento realmente funcional es excluir total y definitivamente el gluten de la dieta. Para estos casos patológicos, el consumo de harina blanca no es más dañina que la harina integral.

Harina blanca y sus supuestos daños al intestino.

Muchas personas creen que consumir harina de trigo o blanca se relaciona con las patologías intestinales. Entre estas complicaciones se encuentran:

  1. Síndrome del intestino irritable: no es muy peligroso y se presenta con varios síntomas que pueden variar de persona a persona. Aunque, los más frecuentes suelen ser calambres, dolores abdominales, diarrea, estreñimiento y náuseas.
  2. Enfermedades inflamatorias del intestino: colitis rectal ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Estas pueden llegar a ser muy graves y resultar en complicaciones permanentes.
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Veronica Pereira

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