7 estrategias para mejorar la memoria
Cuando te sientas estresado o con las ideas bloqueadas, es importante hacer un pequeño reset.
Memoria: consejos para mejorarla
El cerebro comparte varias similitudes con un ordenador. Cuando se guardan muchos archivos en un orden aleatorio sin tomarse el tiempo de ordenar con cuidado, acabamos por saturar y desorganizar todo, al punto de causar mucha confusión y estrés. Si nunca se borra aquello que no se necesita, nuestra memoria se agotará en cualquier momento. Al seguir depositando información sobre información en la mente, se llega a un punto de saturación y explosión, por lo que es necesario limpiar y reiniciar la máquina.
La mejor solución a este problema es un periodo de orden, ya que incluso los pensamientos inútiles o preocupantes se acumulan en el cerebro, desatando el caos y haciéndonos incapaces de encontrar la información realmente importante.
Practica la atención plena
Entrenar nuestro nivel de conciencia por medio del mindfulness puede traer muchos beneficios. Por un lado, puede ayudarnos a estar conscientes de lo que sucede en nuestro alrededor, ser capaces de prestar toda la atención que se requiera y no distraerse con detalles insignificantes. El mindfulness permite dejar en segundo plano los pensamientos que no son prioritarios, esto ayuda a optimizar la memoria y a que el día a día sea más agradable. La meditación, por ejemplo, puede ayudar a reforzar la atención plena y a aliviar el estrés, enseñando a dejar ir los pensamientos que no son necesarios, dejándolos ir.
Veamos algunos ejercicios sencillos que son útiles para este tipo de situaciones:
Céntrate en las sensaciones
Utiliza los cinco sentidos para sintonizarte con las experiencias de la vida cotidiana por muy triviales que puedan parecer. En ocasiones, solo quedarse a disfrutar del agua tibia en la ducha basta para descansar un poco.
Dale más atención a tu respiración
Si empiezas a sentirte abrumado, relajar un poco tu respiración puede ayudarte a conectar con el presente. Inhala lentamente, mantén la respiración durante unos segundos y vuelve a exhalar. Repite esto unas 10 veces.
Sé un poco más curioso
Abre tu mente por completo a lo que puedes aprender de cualquier situación, esto será clave para ayudarte a mantener la concentración. Es muy importante, aprende a devolver tus pensamientos a aquello en lo que quieres concentrarte.
Escribe con más frecuencia
Cuando la mente está al límite de pensamientos estresantes, será difícil ordenarlos y determinar cuál es la causa de la mayor angustia. Para «vaciar» la memoria es útil llevar un diario: según varios estudios, plasmar los pensamientos por medio de la escritura ayuda a reducir los pensamientos intrusivos y a mejorar el «desorden» mental. Esta actividad libera la memoria de trabajo y otras funciones cognitivas podrán funcionar con mayor fluidez y aliviar los niveles de estrés.
Para que la escritura sea eficaz, es importante al menos dedicarle unos 15 minutos cada día. Un buen consejo es escribir por la noche como parte de un ritual antes de dormir.
Escuchar música
Escuchar música es super importante para muchas personas y esta ofrece mucho más que una simple experiencia auditiva, de hecho, puede ayudar a aliviar el estrés y a mejorar el estado de ánimo, la concentración, la memoria, motivar el aprendizaje y promover la neuroplasticidad. Los que escuchan música con regularidad seguramente ya habrán notado que esta práctica facilita el estado de alerta y la productividad en el trabajo.
Caminar
Cambiar de entorno y pasear un poco ofrece una gran oportunidad para despejar la cabeza y reenfocar los pensamientos. Una investigación de 2014 señala que unos cuantos minutos de caminata bastan para que las ideas fluyan con más libertad y la memoria se fortalezca. Por lo tanto, para mejorar la salud general del cerebro y reducir el estrés, agrega una caminata diaria o cualquier otro tipo de ejercicio.
Organízate
Una buena sesión de limpieza puede ser perfecta para dejar a un lado una tarea difícil o desagradable. Sin embargo, esta actividad puede tener otras ventajas, ya que el entorno que nos rodea juega un gran papel en la forma como se comporta la mente. Ordenar tu área de trabajo puede ayudarte a refrescar tus pensamientos, además, trata de hacer un esfuerzo para mantener constantemente tu espacio limpio con el fin de mejorar las funciones cognitivas, incluyendo la memoria y el flujo de trabajo.
Evita forzar la concentración
La solución a este problema es muy sencilla: solo requiere de una pequeña pausa. La mente también necesita tiempo de inactividad, lo que puede ayudar a fomentar la creatividad, agudizando los procesos de pensamiento y mejorando el funcionamiento de la memoria y el aprendizaje.
Conversar
Expresar en voz alta aquello que nos da problemas suele ayudar a aliviar la tensión, ya que esto puede hacer que se liberen de la conciencia inmediata. Discutir los problemas puede permitirnos expresarlos de una manera más lógica, esto permite obtener una nueva perspectiva de la situación y llegar a soluciones que antes no se habían considerado. Hablar con la familia y los amigos es útil para empezar a superar las frustraciones y, en caso de que no puedas salir de la niebla mental, recuerda que un profesional puede ofrecerte un poco de apoyo adicional.