Calvicie femenina: cómo prevenirla y remedios naturales
La calvicie femenina puede afectar a mujeres de todas las edades. Afortunadamente, hay varios remedios naturales eficaces que pueden ayudar.
Contrariamente a lo que a menudo se cree o se piensa, la calvicie, un problema generalmente atribuido a los hombres, es una enfermedad que también afecta a las mujeres. Descubramos juntos lo que es la calvicie femenina y algunos remedios naturales eficaces.
Calvicie femenina: ¿es la misma que afecta a los hombres?
La calvicie que afecta a las mujeres en general proviene de síntomas y problemas diferentes a los que caracterizan a esta enfermedad en los hombres. También hay causas que son comunes tanto para las mujeres como para los hombres.
Hay que decir, sin embargo, que, con toda probabilidad, aunque sea más común de lo que pensamos, en los casos femeninos la tendencia es a darle menos importancia y con demasiada frecuencia se subestima. Basta decir que una de cada cuatro mujeres es o será afectada por esta enfermedad a lo largo de su vida.
El término más adecuado es alopecia femenina, que hoy en día está mucho más extendida que en el pasado.
¿Cuáles son las causas de la calvicie en las mujeres?
Hoy en día, los datos sobre el aumento de la calvicie femenina están en aumento. Esta enfermedad está frecuentemente relacionada con más de una causa. Existen varios tipos de alopecia femenina, siendo la más común la alopecia femenina androgenética, que hace que las mujeres que la padecen pierdan hasta un 60% menos de cabello.
Este tipo de calvicie se define como androgenética debido a la hormona androgénica de la que deriva y de la que se alimenta, esta hormona es típicamente masculina pero también puede estar presente en el cuerpo femenino, y es del tipo esteroide. En las mujeres se encuentra en pequeñas cantidades en los ovarios y en las glándulas suprarrenales.
El otro tipo de calvicie femenina es la alopecia areata, caracterizada, a diferencia de la calvicie androgenética, por una pérdida repentina de cabello, de tal forma que se producen agujeros o manchas antiestéticas en el cuero cabelludo.
Los estudios más recientes llevan a suponer que este tipo de calvicie deriva de enfermedades autoinmunes. También puede haber otras causas para la aparición de esta enfermedad. Aquí están las principales causas, más o menos comunes:
- Síndrome del ovario poliquístico
- Falta de hierro, magnesio, vitamina B o zinc
- Problemas de tiroides
- Dieta desequilibrada
- Menopausia
- Embarazo o período posterior
- Estrés emocional
- Intervenciones quirúrgicas
- Hipertiroidismo y Hipotiroidismo
- Traumas
- Psoriasis
¿Cómo se previene la calvicie femenina?
La lista de causas mencionadas anteriormente se encuentra entre las causas conocidas de esta sintomatología, pero ¿existen posibilidades de prevenir la aparición de la calvicie? En primer lugar, sin embargo, debe tenerse en cuenta que la calvicie afecta a mujeres de todas las edades, desde las más jóvenes hasta las más maduras. Aquí hay algunas precauciones que se pueden tener en cuenta para evitar que la calvicie ocurra o empeore:
- No hacerse la permanente, o al menos no muy a menudo
- Reducir el uso de tratamientos químicos y colorantes
- Reduzca el tiempo que mantiene su cabello atado, y no lo apriete demasiado fuerte, esto debilitará las raíces.
- Use un champú suave, no demasiado agresivo
- Usa un cepillo que se adapte a tu tipo de cabello, y trata de evitar peinarlo cuando esté mojado
Remedios naturales y caseros para combatir la calvicie femenina.
A continuación vemos lo que se puede hacer activamente todos los días para mejorar la situación.
Antes que nada, es importante seguir una dieta correcta que proporcione a nuestro cuerpo y consecuentemente a nuestro cabello los nutrientes que necesita.
En particular, los alimentos ricos en proteínas y frutas que contienen vitamina C, como los limones, sazonan los platos y facilitan la ingesta de minerales como el hierro, las naranjas y las mandarinas. Los arándanos, las fresas y las moras también son buenos aliados, así como las ensaladas y las verduras de hoja verde, especialmente las que se comen crudas. También la ingesta de pescado como el salmón y la caballa que contienen Omega 3, y por supuesto no se puede dejar de mencionar el chile.
Por último, se pueden utilizar sustancias naturales como aceites esenciales como el tomillo, la ortiga o el romero, que, cuando se masajean bien sobre la piel con movimientos circulares, favorecen la circulación sanguínea.