Belleza

Arrugas: 5 agentes antiedad que deberías agregar a tu rutina de belleza

Los signos del envejecimiento aparecen de manera natural y es casi imposible detenerlos, pero se puedes ralentizar

Actualmente, se sabe que existen dos tipos de arrugas: mecánicas y estáticas. Las primeras se producen debido al constante movimiento al que se ven sometidos los músculos faciales. Bajo la piel, los músculos se contraen y relajan constantemente para permitirnos expresar aquello que sentimos. Por otro lado, las arrugas estáticas son producto de la relajación general del tejido cutáneo y la gravedad, la cuales generalmente se encuentran en la comisura de los labios, del escote, del cuello o bajo la nariz.

Dicho de otra forma, con el paso del tiempo el cuerpo se «cansa» y aparecen estas marcas propias de la edad, así que se trata de un proceso natural, ya que con la llegada de la vejez las células ya no se dividen tan rápidamente y no se reforman, así que la producción de determinadas fibras se vuelve menos intensa. Es el caso de las fibras de colágeno, las cuales garantizan la firmeza de la piel y de las fibras de elastina, lo que le confiere su elasticidad. Las arrugas son imposibles de eliminar, pero su aspecto puede ser tratado gracias a diversos productos «antiedad», alisándolas y dándole un poco más de juventud a la piel.

Retinol: el ingrediente clave en los productos antiedad

En la lucha contra la aparición de arrugas y la pérdida de firmeza, el retinol es un ingrediente fundamental, siendo uno de los elementos más utilizados, ya que es de los más eficaces al ser un derivado de la vitamina A.

El retinol actúa directamente sobre la epidermis (la superficie de la piel) pero también sobre la dermis (en profundidad) para retrasar los efectos del envejecimiento cutáneo. Su efecto ayuda a reafirmar la piel, aumenta el número de fibroblastos y favorece la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico.

Muchos no lo saben, pero este activo también acelera la renovación celular, ya que puede «exfoliar» las células muertas que están en la superficie de la piel, por lo que esta se vuelve más suave, lisa y uniforme. Por si fuera poco, la acción de esta sustancia ayuda a borrar las manchas de pigmentación y regula la síntesis de melanina, la cual ayuda a eliminar las manchas marrones.

Estos productos deben utilizarse como una crema de noche para evitar la fotosensibilización. Los productos con retinol pueden ir en el cuello, el escote y todo el rostro. Al comienzo se aplica una vez a la semana y luego se aumenta si la piel tolera bien el producto.

Ácido hialurónico y vitamina C

La vitamina C se encuentra muy presente en nuestra dieta, pero tiene algunas dificultades para llegar a nuestra piel, sin embargo, es muy útil en la lucha contra la aparición de las arrugas, estimulando la producción de colágeno, el cual es responsable de la firmeza y elasticidad de la piel, además, reduce la producción de melanina, encargada de la aparición de manchas marrones.

En conclusión se trata de una sustancia con la capacidad de ser un potente agente antiarrugas que mejora la textura de la piel e ilumina el cutis. Los sueros que contienen vitamina C se aplican sobre la piel limpia antes de hidratarla y se puede utilizar por la mañana y por la noche sin problema.

Ácido hialurónico

El ácido hialurónico es muy conocido en la actualidad por ser una potente molécula con propiedades hidratantes. Se encuentra de forma natural en nuestro organismo y permite que la piel se recupere y tenga un mejor aspecto.

A día de hoy es muy utilizado por la industria cosmética y toda rutina de belleza ideal incluye un sérum. Una vez aplicado, este puede completar la rutina aplicando una crema hidratante rica en ceramidas para mantener la humedad.

Bakuchiol y niacinamida: los nuevos agentes populares

El bakuchiol es el nuevo ingrediente estrella de los cosméticos antiedad, y no es para menos, ya que este antioxidante se considera una alternativa natural al retinol, puesto que tiene un efecto significativo sobre las arrugas, líneas de expresión, la pigmentación, la elasticidad y la firmeza de la piel. En resumen, este actúa sobre todos los puntos en la lucha contra el envejecimiento.

Normalmente, se le encuentra en forma de sérum, pero puede añadirse a una crema hidratante y convertirse así en parte fundamental de nuestra rutina de belleza.

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Dany Levito

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