Los extraños efectos de la píldora anticonceptiva
La píldora anticonceptiva es uno de los métodos de planificación más eficaces que existen, sin embargo, no está libre de algunos efectos secundarios.
Este tratamiento médico que funciona para evitar embarazos no deseados, actúa sobre el ciclo ovárico combinando las hormonas progesterona y estrógeno, las cuales tienen la capacidad de bloquear la producción de FSH y LH, favorables para el proceso de maduración y liberación del óvulo femenino.
Aun cuando tiene un 100% de efectividad en la prevención de embarazos, la píldora no brinda una protección frente a las enfermedades de transmisión sexual y desafortunadamente es la causa de muchas contraindicaciones.
Aquí te decimos cuáles son sus principales efectos.
Dolor de cabeza, náuseas y mareos: en la mayoría de las mujeres que utilizan este método, estos son los efectos secundarios más comunes, al igual que dolor en los senos y tensión. Aunque aún se siguen presentando, estos molestos efectos han mejorado mucho gracias a las píldoras modernas.
Aumento de peso y retención de agua: las reacciones a la píldora anticonceptiva son muy subjetivas y cambiantes en función de diferentes factores internos y externos en la mujer, por ello, algunos de los cambios que se presentan en el cuerpo pueden ser bastante frecuentes. No existe ninguna evidencia científica al respecto, pero el aumento de peso y la retención de líquidos son factores bastante comunes.
Sequedad vaginal y disminución del deseo sexual: uno de los efectos más incómodos para las mujeres es que la píldora anticonceptiva afecta su deseo sexual y disminuye su líbido, además de perjudicar su lubricación vaginal. No obstante, para que esto no se convierta en un terrible obstáculo físico y psicológico es fundamental que cambies de pastilla o de método en cuanto notes estos inconvenientes.
Secreción vaginal o sanguínea: el manchado es una pérdida de pequeñas cantidades de sangre que se presentan por fuera del ciclo menstrual normal. Aunque las secreciones sanguíneas pueden ser normales en los primeros 3 meses de tomar la píldora, si persiste este síntoma es necesario acudir al ginecólogo para buscar una solución.
Cambios de humor y depresión: los componentes hormonales de la píldora anticonceptiva desempeñan un papel importante en la reducción de los niveles de serotonina, lo que a su vez hace que aumenten las probabilidades de sufrir cambios de humor, depresión e irritabilidad.
Trombosis venosa: las cantidades de estrógeno y el tipo de progestina que contiene la píldora anticonceptiva puede aumentar el riesgo de sufrir alguna enfermedad vascular. Entre las más comunes encontramos la trombosis venosa, que son coágulos que se forman en la sangre debido a las hormonas presentes en la píldora y que ralentizan la circulación en mujeres predispuestas.
Cáncer de mama: algunos estudios han descubierto que la píldora aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama, de hígado y de cuello uterino, pero reduce el riesgo de cáncer de ovario y endometrio. Desde luego, las probabilidades de un mayor riesgo varían de una mujer a otra. Sin embargo, una vez que deje de tomar la píldora el riesgo de cáncer puede disminuir con el tiempo.
Hipertensión severa: la probabilidad de un posible ataque cardíaco o de un accidente cardiovascular, aumentan cuando la persona padece alguna enfermedad cardíaca o presión arterial alta. Por este motivo, es necesario informar al ginecólogo sobre cualquiera de estos problemas antes de empezar a tomar la píldora.
Por consiguiente, el consejo más importante para evitar todos estos efectos secundarios es repetir regularmente las pruebas ginecológicas específicas para quienes toman la píldora. Sin duda, los niveles hormonales y en general todo el organismo cambia, y aunque en un principio la píldora no cause problemas, podría llegar a desarrollarlos después de años de tomarla.