La razón por la que no debes abusar de los esmaltes de uñas semipermanentes
La manicura semipermanente es uno de los novedosos inventos estéticos de los últimos años. El hecho de ir al esteticista, pintarse las uñas y que el proceso dure tres semanas sin dañarse y conservando casi el mismo brillo que el primer día es, indudablemente, una opción muy cautivadora. Sin embargo, esta maravilla también tiene su lado negativo.
El esmalte semipermanente es algo intermedio entre las uñas de reconstrucción en gel y el esmalte de uñas tradicional, el cual es mucho más difícil de secar. A diferencia de este último, el semipermanente es un producto fotopolimerizable, es decir que para el secado se requiere una lámpara específica de rayos UV, ya que la exposición al aire por sí sola no es suficiente.
La ventaja de aplicar este tipo de esmalte es el tiempo de durabilidad. El esmalte semipermanente se conserva durante 2 o 3 semanas en las manos y hasta un mes en los pies. De igual forma, es un proceso que se puede realizar desde casa si se tiene todas las herramientas necesarias, es decir que, a diferencia de la reconstrucción de uñas que debe practicarse en un salón especializado, la manicura semipermanente no requiere de algún especialista para poder aplicarse.
Sin embargo, una investigación científica publicado recientemente en la revista Jama Dermatology asegura que los riesgos que existen con el esmalte de uñas semipermanentes son muchos. Algunos de ellos son la formación de algunos tumores y el envejecimiento prematuro de las manos y las uñas debido a la exposición a los rayos UV emitidos por la lámpara para el secado del esmalte. De igual forma, estudiosos de la Georgia Regents University de Augusta (EE.UU.) han descubierto que la radiación puede impregnarse en la piel, causando daños en el ADN de las células, lo cual podría conducir al desarrollo de melanomas.
El científico Doug Shoon afirma que los verdaderos factores de riesgos están relacionados con los productos de dudosa calidad y el uso excesivo del esmalte de uñas semipermanentes. Asimismo, el dermatólogo de la Universidad Católica de Roma, Leonardo Celleno dice que el riesgo real es el de fragilizar la uña a causa de los productos utilizados para quitar el esmalte.
Entonces, ¿Cuál es el verdadero riesgo?
Los productos especiales para eliminar el esmalte de uñas semipermanentes son el principal riesgo, puesto que la radiación que se emite a través de las lámparas es muy baja, por lo tanto, tiene una baja probabilidad de generar efectos cancerígenos. Por esta razón, el verdadero peligro está en los productos de baja calidad utilizados para quitar la manicura semipermanente, al igual que la eliminación incorrecta del esmalte.
De hecho, el uso inadecuado de la lima para quitar el esmalte semipermanente puede hacer que la uña se escame y se vuelva más frágil y delgada. Los productos químicos como el formaldehído pueden provocar reacciones alérgicas tanto en la piel como en las uñas. Por último, los disolventes que se utilizan para facilitar la aplicación del esmalte y acelerar su secado pueden dañar la placa de la uña y provocar irritación en la piel.
Pero ¿Cómo se puede evitar eso?
Para prevenir la fragilidad de la uña y el envejecimiento prematuro de la piel, es importante adoptar unas sencillas precauciones siempre que se quiera aplicar un esmalte de uñas semipermanente:
- Utiliza siempre productos de buena calidad.
- Nunca apliques el producto sobre zonas irritadas o enrojecidas.
- Los instrumentos deben estar siempre esterilizados y envueltos individualmente.
- Aplica protector solar o utiliza guantes que solo dejen las uñas al descubierto durante el tratamiento.
- No te excedas con la cantidad de aplicaciones de la manicura semipermanente, preferiblemente una vez al mes
- Una vez te hayas retirado el esmalte semipermanente, deja pasar una semana antes de volver a realizarte una manicura o pedicura.
- Seca muy bien las manos después de cada lavado para evitar la aparición de hongos en las uñas.