Estudios afirman que la dieta cetogénica fortalece las células del cuerpo.
En una investigación, se lograron efectos protectores similares a los del ayuno al alimentar a ratones con una dieta con las mismas características que la alimentación de tipo cetogénica.
Un régimen alimenticio extremadamente bajo en hidratos de carbono y azúcares, pero muy alto en grasas, se ha vuelto muy popular en las redes sociales en los últimos años porque puede extender la vida de una persona. Aunque es beneficiosa para reducir la grasa y el peso, hay quienes temen que al usarla sufran de alguna deficiencia nutricional que pueda conducir a problemas a largo plazo. De acuerdo con estudios realizados en la universidad de Stanford, se llegó a la conclusión de que la dieta «ceto», muy baja en carbohidratos, ofrece a las células del organismo una capacidad de recuperación similar a la del ayuno, es decir, que puede ayudar a que las células musculares sean más resistentes frente al estrés y, en consecuencia, se prolongue la vida de una persona.
El propósito de esta dieta es reducir el consumo de azúcares para que el organismo utilice la grasa como fuente principal de energía. De este modo, el cuerpo se vuelve más eficiente en la conversión de grasa como combustible. A pesar de que no es un modelo dietético universal, la investigación revela que esta dieta puede aumentar la longevidad a través de una mayor resistencia celular al estrés. Los resultados se han publicado en la revista Cell Metabolism.
El Dr. Thomas Rando explica: «A medida que pasa el tiempo, nuestro cuerpo va envejeciendo y la cicatrización de nuestros tejidos se va ralentizando y se vuelve menos completa. Queríamos entender qué controla esta capacidad regenerativa y cómo afecta el ayuno a este proceso. Lo que descubrimos fue sorprendente: el ayuno induce la resiliencia de las células madre musculares para que sobrevivan durante la privación y estén disponibles para reparar los músculos cuando los nutrientes vuelvan a estar disponibles», finalizó el doctor.
Una dieta baja en carbohidratos.
Durante este estudio, los investigadores descubrieron que la dieta cetogénica y el ayuno tenían los mismos efectos protectores. La conocida dieta ceto está basada en una alimentación rica en grasas buenas y baja en carbohidratos. El Dr. Rando afirma: «Las cetonas se producen cuando el cuerpo utiliza la grasa para obtener energía, pero también empujan a las células madre a un estado de reposo que las protege durante la privación. En este estado, están protegidos del estrés ambiental, aunque esto también conlleva una consecuencia: nuestras células son menos capaces de regenerar el tejido dañado, es decir, la sanación y cicatrización de una herida, se hará de una forma muy lenta».
Sobre las pruebas en ratones.
Otras investigaciones han logrado comprobar que las células madre musculares de los animales en ayunas eran más pequeñas y se dividían más lentamente, aunque estas células también eran más resistentes.
En la prueba a los ratones, los investigadores encontraron que aquellos que estaban en ayuna tenían células musculares más resistentes. Aunque también hicieron un experimento con células madre musculares de ratones envejecidos en donde aislaron células tratadas con cuerpos cetónicos durante una semana. El resultado que se obtuvo fue que las células madre musculares antiguas sobrevivieron más tiempo que las otras.
El Dr. Rando, señala: “Encontramos que el ayuno induce resiliencia en las células madre musculares para que sobrevivan durante la privación y estén disponibles para reparar el músculo cuando los nutrientes vuelvan a estar disponibles”.
Aunque se necesitan más estudios, los investigadores creen que estos resultados podrían ayudar a combatir el envejecimiento y mejorar la función de las células madre.