¿Es bueno consumir café para combatir el dolor de cabeza?
Migraña: los increíbles beneficios del café
Numerosos estudios han llegado a la conclusión de que la cafeína presente en el café desempeña unos beneficios importantes en el alivio del dolor de cabeza, especialmente si el dolor es causado por la migraña. Los efectos de la cafeína desempeñan un papel estimulante y vasoconstrictor al liberar dos hormonas llamadas adrenalina y noradrenalina, además de que bloquea los receptores de adenosina reduciendo los síntomas de la migraña.
Sin embargo, la situación cambia si el dolor de cabeza es del tipo músculo-tensivo. En el caso de la cefalea muscular tensional (dolor de cabeza relacionado principalmente con un estilo de vida incorrecto y no con una patología como tal), el consumo de café puede, no solo no mejorar el dolor de cabeza, sino empeorarlo.
Los efectos del café y la migraña
En el caso de las personas que sufren de dolores de cabeza severos, el café tiene varios efectos positivos, pero basta saber que algunos medicamentos analgésicos contienen una buena porción de cafeína en su composición. Por lo tanto, durante un ataque de migraña, un poco de café (preferiblemente con unas gotas de limón) podría ayudar a reducir el dolor. Sin embargo, en presencia de náuseas o vómitos, que suelen acompañar a la migraña, no es fácil tomar alimentos o bebidas, incluido el café.
Otro dolor de cabeza en el que la cafeína tiene un efecto eficaz es la cefalea hipnótica, un fuerte dolor de cabeza que se da principalmente en personas mayores y que solo aparece durante la noche. En estos casos la persona puede despertarse repentinamente por un dolor de cabeza bilateral moderado que puede durar de 15 minutos a 4 horas sin ningún otro signo o síntoma acompañante como náuseas y vómitos. Cuando el diagnóstico de la cefalea es seguro, una buena taza de café antes de acostarse puede mejorar los efectos e incluso prevenir la aparición de los ataques.
¿Qué es el dolor de cabeza por abstinencia de cafeína?
Sin embargo, el café no siempre es una buena idea cuando se trata de las migrañas. Beber demasiado café puede causar estrés, facilitando los ataques de migraña severos. Otros efectos secundarios del abuso del café son el aumento de la frecuencia cardíaca, el insomnio, los trastornos del sueño y la presión arterial alta.
No solo eso: En la clasificación internacional de dolores de cabeza, hay otro tipo de dolor de cabeza que está directamente relacionado con no tomar café: el dolor de cabeza por abstinencia a la cafeína.
Los dolores de cabeza por abstinencia a la cafeína pueden ocurrir cuando una persona que solía tomar café (4 o 5 tazas al día) deja de beber repentinamente. La cantidad de café consumido que puede causar dolores de cabeza, si se detiene, variará de persona a persona. Cabe señalar que este tipo de dolor de cabeza, que incluye a la cafeína en lugar de café, también puede ocurrir en personas que dejan de tomar bebidas de cola o té.
¿Qué hacer en caso de dolor de cabeza?
- El café (preferiblemente libre de azúcar) debe tomarse con moderación para que funcione como remedio para el dolor de cabeza, ya que, si bien puede ayudar a combatir la vasodilatación que intensifica las migrañas, puede promover el insomnio y agravar la migraña.
- En lugar de café, puede tomar un té de hierbas o té de manzanilla, sobre todo si el dolor de cabeza está relacionado con dolores de cabeza por tensión o estrés.
- Si el dolor de cabeza aparece por las noches, caminar un poco antes de dormir puede ayudar a tratar tanto las migrañas como las cefaleas tensionales, recuerda que para las migrañas, el alivio del paciente también depende de no sentirte obligado a hacer lo que no quiere.
- Las personas con migrañas son especialmente propensas a que sus síntomas empeoren si sienten que tienen que hacer algo, incluso si es caminar o tomar una taza de café.
Cefaleas recurrentes: la importancia de un examen neurológico
Independientemente de si el café puede ayudar con un dolor de cabeza, debes recordar que es importante consultar a un profesional de confianza para saber exactamente si se trata de un síntoma o de una enfermedad concreta, además de identificar cuál es el tratamiento adecuado.