¿Pueden los tatuajes aumentar el riesgo de cáncer? Esto dicen los expertos
Infecciones, cáncer, problemas para las incisiones quirúrgicas o para pruebas médicas como la resonancia magnética son algunos de los riesgos que se les atribuyen a los tatuajes. Pero ¿Es esto cierto? Vayamos a descubrir la opinión de los expertos.
Los tatuajes han ganado una gran popularidad en todo el mundo, sobre todo entre las generaciones más jóvenes. A pesar de que en la actualidad se prometa una práctica segura, con estudios autorizados y sometidos a los necesarios controles sanitarios y con riesgos mínimos, siempre existe la posibilidad de adquirir o desarrollar alguna afección a corto o largo plazo.
Investigadores estadounidenses han estudiado el tamaño de las partículas y la composición molecular de los pigmentos de los tatuajes. “Algunos componentes de la tinta podrían degenerar en sustancias químicas cancerígenas si son expuestas a la luz ultravioleta” Afirman los expertos del estudio Seguridad de los tatuajes y maquillaje permanente, realizado por la Comisión Europea. Los resultados que se obtuvieron de esta investigación permiten determinar el alto riesgo que conlleva hacerse un tatuaje en la piel, con la principal consecuencia de desarrollar algún tipo de cáncer.
Pero ¿Cuáles son los efectos de los tatuajes en las células?
En el estudio se deja ver que más del 80% de los colorantes son orgánicos y de ese total, un 60% son pigmentos azoicos. Estos, precisamente en múltiples ocasiones, pueden liberar aminas aromáticas, sustancia que se relaciona con el riesgo de desarrollar cáncer de vejiga.
Del mismo modo, en este informe se señala que los tatuajes contienen también otros productos químicos peligrosos como hidrocarburos aromáticos, policíclicos, metales pesados y conservantes. “El origen de nuestro estudio surgió por el interés de saber qué sucedía cuando se empleaba la luz láser para eliminar tatuajes”, explica John Swierk, investigador de la Universidad Estatal de Nueva York. “Me di cuenta de que la información que había acerca de los componentes de las tintas para tatuajes era muy poca, casi inexistente, así que comenzamos a realizar análisis de las marcas más utilizadas”.
Por otro lado, un aspecto fundamental a tener en cuenta es que, a pesar de que las tintas para tatuajes se inyectan bajo la piel, no son consideradas como un producto médico. Por lo tanto, no hay pigmentos dermatológicos especialmente para este tipo de tinta. En realidad, los pigmentos que se usan en la fabricación de este producto son los mismos que se utilizan en la industria de la pintura o de la textilería. Lo único que sucede es que se mezclan con una solución portadora que transporta los pigmentos a través de la barrera cutánea hasta la capa media de la piel. Estos pigmentos son denunciados con frecuencia por el Syndicat national des dermatologues-vénéréologues (SNDV), que suele tratar a pacientes alérgicos a las tintas de los tatuajes.
Por esta, los investigadores estadounidenses pusieron en prácticas diferentes técnicas, entre ellas la espectroscopia de resonancia magnética nuclear o la microscopía electrónica, con el fin de estudiar la composición molecular de los pigmentos de los tatuajes, y lo que descubrieron no fue del todo positivo: Aproximadamente la mitad de las tintas estudiadas contenían partículas menores de 100 nm. “Este es un rango de tamaño preocupante porque las partículas pueden atravesar la membrana celular y potencialmente causar daños», afirman los investigadores.
De igual forma, descubrieron que muchas tintas contienen pigmentos azoicos que pueden degradarse en otros compuestos potencialmente cancerígenos bajo la luz UV. “El objetivo de nuestro estudio, y del sitio web que hemos lanzado a raíz de él, es capacitar a los artistas del tatuaje y a los consumidores para que estén informados», finaliza John Swierk.