Los hematomas se conocen como equimosis y/o contusiones. Normalmente, estos se forman cuando una parte de nuestro cuerpo sufre un golpe y el tejido subcutáneo, junto con las fibras musculares, se aplasta demasiado dejando una marca.
Básicamente, el hematoma es la respuesta que aparece cuando la piel no sufre un desgarro pero se lastima mucho. En estos casos, los vasos capilares situados bajo el tejido cutáneo son los principales lesionados y la sangre que contienen se derrama, quedando atrapada bajo la piel. Por fortuna, los hematomas no son permanentes y se van en cuestión de unos pocos días. Existen tres tipos diferentes de hematomas:
- Hematomas intramusculares que se forma justo dentro del músculo.
- Hematomas subcutáneos: es el más común y se forma justo debajo de la piel.
- Hematoma óseo: como su nombre indica, afecta a los huesos, es el más doloroso y el más grave.
Además, los hematomas se clasifican según su color: Al principio son rojizos, casi de un tono rosa, luego se vuelven amarillentos, casi verdes, y después desaparecen por completo.
¿Cuáles son las causas más frecuentes de los hematomas en las piernas?
Cualquiera puede hacerse un hematoma, pero en algunas personas las afecciones se producen con mucha más facilidad que otros, y esto sucede porque la aparición de los moretones depende de varios factores:
- Ciertas patologías que aumentan la sensibilidad a los hematomas.
- El grosor del tejido cutáneo.
- Envejecimiento: con la edad los capilares se vuelven más frágiles, volviéndolos más propensos a romperse y a sufrir hematomas.
- La ingesta de algunos fármacos que diluyen la sangre, por ejemplo, la aspirina.
- El tipo de piel: en el caso de una piel muy clara será más fácil formar un hematoma.
¿Cuáles son los síntomas de los hematomas en las piernas?
Los síntomas pueden variar en función de su causa, sobre todo si se trata de un golpe o de un traumatismo. En ocasiones, el hematoma puede incluso formarse en una zona distante de la que se sufrió el impacto, ya que la sangre que sale puede desplazarse.
Podemos decir que los síntomas típicos de los hematomas son la hinchazón y el dolor. Estos factores dependen de la fase en la que se encuentre:
- En los dos primeros días el hematoma es rojo.
- Del segundo al quinto día el hematoma tiene un color violáceo.
- Del quinto al séptimo día se vuelve de un tono verdoso.
- Del séptimo al décimo día el color es amarillo.
- Del décimo al decimocuarto día toma un color más o menos pardo.
Al cabo de unas dos semanas, el hematoma suele curarse por completo y ya no será visible ni causará dolor si se toca o se presiona.
¿Cuándo se debe llamar a un médico?
Se debe llamar a un médico cuando el hematoma persiste y no se cura en el periodo de dos semanas. Otro motivo tiene que ver con una fuerte sensación de presión en la zona donde se ha sufrido la lesión, acompañado con hormigueo y/o pérdida de sensibilidad.
Otras razones:
- Dolor exagerado.
- Cuando aparecen moretones con mucha facilidad, incluso en ausencia de una causa clara o aparente.
- Cuando el hematoma comienza a hincharse y aparecen signos de un estado infeccioso.
- Cuando no podemos mover la articulación de la rodilla en caso de moretones en las piernas.
Es importante acudir con un médico para valorar si estos hematomas se forman debido a determinadas condiciones patológicas que estén aumentando las complicaciones en el organismo.
¿Cómo se pueden prevenir los hematomas en las piernas?
La prevención de los hematomas en las piernas puede ser una tarea difícil, especialmente si la causa principal es una lesión o un traumatismo en concreto. Sin embargo, debemos tener cuidado tratando de evitar todos aquellos movimientos que nos lleven a sufrir un golpe y buscar ayuda profesional para descargar cualquier patología relacionada.
