18 factores que te ponen en riesgo de padecer cáncer de mama
El cáncer de mama es un tema que preocupa a muchas personas. Entender los factores que aumentan el riesgo puede marcar la diferencia para prevenir o detectar esta enfermedad a tiempo. Algunos riesgos no se pueden evitar, pero otros sí están relacionados con nuestro estilo de vida.
Edad y sexo: los principales desencadenantes
Ser mujer y vivir más años son dos factores que no podemos cambiar. El simple hecho de ser mujer aumenta significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de mama, ya que están relacionados con las hormonas femeninas. Además, la mayoría de los casos se diagnostican después de los 55 años, cuando las células tienen más probabilidades de sufrir daños.
Historial familiar y factores genéticos
Tener antecedentes familiares, especialmente si se trata de familiares cercanos como madre o hermana, eleva el riesgo. Ciertas mutaciones genéticas como BRCA1 y BRCA2 también son muy importantes. Estas alteraciones pueden pasar de generación en generación y aumentan drásticamente la posibilidad de desarrollar cáncer de mama.
Ciclo menstrual temprano o menopausia tardía
¿Sabías que el cuerpo está más expuesto a los estrógenos cuando se comienza el período antes de los 12 años? Esto, junto con una menopausia tardía, prolonga la exposición hormonal, lo que puede incrementar el riesgo.
Terapias y anticonceptivos hormonales
Algunas mujeres utilizan hormonas, ya sea para tratar síntomas de la menopausia o como método anticonceptivo. Sin embargo, el uso prolongado de estrógenos y progestinas se ha vinculado a un mayor riesgo, especialmente si se usan durante muchos años seguidos.
No haber tenido hijos o tenerlos después de los 30
La maternidad también juega un papel importante. Las mujeres que no han tenido hijos o las que los tienen después de los 30 años pueden tener una mayor probabilidad de desarrollar cáncer de mama debido a que sus células no han experimentado los cambios protectores que ocurren durante un embarazo temprano.
Consumo de alcohol
Tomar alcohol está más relacionado con el cáncer de mama de lo que muchos imaginan. Incluso un consumo moderado puede aumentar el riesgo. El alcohol altera los niveles hormonales y afecta a las células de los tejidos mamarios, facilitándoles la aparición de mutaciones.
Falta de actividad física
El sedentarismo tiene consecuencias graves para la salud, incluido un mayor riesgo de padecer cáncer de mama. La actividad física regular ayuda a reducir los niveles de grasa corporal y a equilibrar ciertas hormonas que pueden influir en el desarrollo del cáncer.
Obesidad y sobrepeso
La acumulación de grasa, especialmente después de la menopausia, puede ser un factor peligroso. Esto se debe a que el tejido graso genera estrógenos adicionales, los cuales pueden estimular el crecimiento de células cancerosas.
Exposición a radiación
Tener tratamientos de radiación en el área del pecho aumenta el riesgo. Aquellas personas que, por ejemplo, recibieron radioterapia durante su infancia por otros cánceres tienen mayores probabilidades de desarrollar cáncer de mama en la adultez.
Historial personal de cáncer de mama
Haber tenido previamente cáncer de mama es un signo de alerta. Las mujeres con este antecedente tienen más probabilidades de que la enfermedad reaparezca, incluso en el otro seno.
Consumo excesivo de grasas y dieta poco saludable
Llevar una dieta desequilibrada, rica en grasas saturadas y azúcares, es otro factor a tomar en cuenta. Una mala alimentación no solo contribuye a la obesidad, sino que también puede influir negativamente en la salud hormonal.
Tabaquismo
Fumar no es solo malo para los pulmones, también afecta los tejidos mamarios. El humo del cigarrillo contiene sustancias químicas que pueden afectar las células y provocar el desarrollo de cáncer, especialmente antes de la menopausia.
Densidad mamaria elevada
La densidad mamaria se refiere a tener más tejido glandular y fibroso en comparación con grasa. Este tipo de tejido hace que los tumores sean más difíciles de detectar en las mamografías y, además, podría estar vinculado a un mayor riesgo.
Diabetes tipo 2
Aunque poca gente lo menciona, las personas con diabetes tipo 2 tienen un riesgo ligeramente mayor. Esto se relaciona con la inflamación y los niveles elevados de insulina que pueden estimular las células en el tejido mamario.
Estrés y falta de sueño
Aunque no es un factor directo, el estrés crónico y el sueño inadecuado afectan negativamente al sistema inmunológico. Esto puede dejar al cuerpo más vulnerable frente a enfermedades, incluido el cáncer.
Exposición a tóxicos ambientales
Sustancias presentes en cosméticos, plásticos y pesticidas pueden actuar como disruptores endocrinos. Estos compuestos alteran los niveles hormonales y podrían favorecer la mutación celular en las mamas.
Etnia y origen
Aunque puede no parecer importante, ciertos grupos étnicos como las mujeres caucásicas tienen un riesgo general más alto, aunque las mujeres afroamericanas pueden tener tasas más altas de cánceres agresivos.
Lactancia materna
No amamantar también puede dejar a las mujeres en un mayor riesgo. La lactancia protege porque reduce el tiempo de exposición hormonal y fomenta la eliminación de células dañadas en el tejido mamario.
¿Cómo reducir el riesgo?
Aunque algunos factores son inevitables, hay varios aspectos en que puedes influir: mantén un peso saludable, haz ejercicio y evita el exceso de alcohol y tabaco. También es importante hacerse chequeos médicos regulares.