Estilo de vida

10 mitos sobre alimentación saludable y nutrición que nos enseñaron cuando éramos niños

En la actualidad, existe demasiada desinformación de lo que significa una alimentación saludable. La nutrición se ha convertido, para bien y para mal, en un tema de conversación en el que cualquier persona opina. Por esa razón, hoy hemos decidido contarte algunos mitos sobre la alimentación saludable.

El desayuno es la comida más importante del día.

Esta es una creencia inventada por las empresas, y se han enriquecido mucho con esta idea errónea. La experta en nutrición Marion Nestlé en su blog Food Politics asegura: «La gran mayoría de los estudios demuestran que las personas que desayunan son más sanas y controlan mejor su peso, pero esto solo es posible si se desayuna correctamente, lejos de los cereales azucarados y alimentos contaminantes.

El consejo de la experta es claro: «Si te levantas con hambre, entonces desayuna, pero si no, solo hazlo cuando tengas hambre». De hecho, los estudios revelan que las personas que hacen actividad física en ayunas llegan a quemar hasta un 20% más de grasa corporal.

No olvides tener en cuenta que durante las mañanas se debe comer algo por mínimo que sea para evitar estar de mal humor y los ataques compulsivos de hambre.

El ayuno es malo para la salud.

Dietas como el ayuno intermitente pueden ayudar a las personas a prevenir enfermedades como la diabetes, el colesterol alto y la obesidad. Además, es una práctica que estimula la producción de una proteína que favorece las conexiones cerebrales y sirve como antidepresivo. Algunas hipótesis dicen que el ayuno puede prolongar la vida, ya que mantiene las células sanas y jóvenes durante más tiempo.

Los zumos de fruta 100% naturales son siempre una opción saludable.

Estudios recientes analizaron los historiales médicos de más de 13.400 adultos estadounidenses y concluyeron que cada 33 cl. de zumo de frutas al día corresponde a un aumento del 24% de riesgo de muerte. Lo cierto es que esto no desconcertó a los nutricionistas que han estudiado el efecto de las bebidas azucaradas, debido a que la forma en la que nuestro cuerpo asimila el azúcar de los zumos de fruta es muy similar a la forma en la que se asimila una lata de refresco.

La orina debe ser de color claro y es necesario beber al menos ocho vasos de agua cada día.

Si tu orina es de color claro, seguramente tendrás que ir al baño porque significa que estás sobrehidratado. Lo cierto es que nuestro organismo tiene un «centro regulador de la sed» que ayuda a regular la cantidad de líquido que necesitamos. Aun así, la mejor opción es mantenerse hidratado cuando tengamos sed y beber cuando nos apetezca. Sobre el color de la orina, no hace falta que te preocupes tanto. Un color amarillo claro o pajizo puede indicar que estás bien hidratado, pero no hace falta que te asustes si tu orina es más oscura.

Probablemente no estés consumiendo suficientes proteínas.

El hecho de que algo tenga altos índices de proteínas no significa que sea saludable. Un estudio estadounidense reveló que cuanta más proteínas de origen animal se consumen, mayor es la probabilidad de morir por un ataque al corazón, motivo por el que se recomienda consumir más proteínas de origen vegetal.

El yogur es un snack saludable.

Mucho ya lo saben, pero gran variedad de yogures en los supermercados está cargados de azúcar. Al momento de elegir un tipo de yogur, elige uno de color blanco y disfrútalo con frutos secos, semillas, bayas o especias como la canela y la nuez moscada para mejorar su sabor.

Los bocadillos de algarroba son más saludables que el chocolate.

Muchos de los fanáticos de los bocadillos saludables compran algarroba en lugar de chocolate, ya que creen que es más saludable. La algarroba viene del fruto seco del algarrobo mediterráneo, mientras que el chocolate procede del cacao. Lo cierto es que la algarroba no es tan buena como el chocolate, puesto que el chocolate es mucho mejor para el corazón y el cerebro. Un poco de chocolate amargo de vez en cuando nos permite mejorar la circulación sanguínea y mantenernos saludables.

No consumas la yema de los huevos porque es rica en colesterol.

No hay prueba alguna de que el colesterol presente en los huevos aumente los niveles de colesterol en la sangre. La yema de un huevo contiene más de 180 miligramos de colesterol, lo que es más de la mitad del índice recomendado diario, pero no es motivo para desconfiar de su consumo en todas sus presentaciones. En realidad, no hay estudios que digan que es necesario dejar de consumirlo o que esté relacionado con el desarrollo de una enfermedad cardíaca.

Eliminar o comer lo menos posible carbohidratos.

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Es momento de aclararlo: no todos los carbohidratos son malos, alimentos como la quinoa, los plátanos, las manzanas y las legumbres son alimentos ricos en carbohidratos, y han demostrado que su consumo no representa riesgo para salud o la contextura física.

Algunos estudios han revelado que las personas que la consumen tienden a tener cinturas más delgadas y niveles de presión arterial más bajos. Aun así, es mejor evitar los carbohidratos refinados, con los que se elaboran productos como las galletas o el pan blanco porque son ricos en proteínas y no aportan muchos nutrientes que mantenga la sensación de saciedad durante mucho tiempo.

El consumo de sal es malo.

No existen pruebas científicas de que el consumo de sal por sí sola eleve la presión arterial o esté relacionada con la muerte por infarto. Es posible que las personas que consumen mucha sal puedan verse afectados por otros motivos, especialmente porque sus dietas y estilos de vida que son poco saludables.

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Veronica Pereira

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