Estilo de vida

Espasmos en el cuello y la espalda: alivia el dolor con estos ejercicios

Comúnmente se cree que la causa más común del dolor de cuello y de espalda es la tensión crónica de los músculos involucrados en el movimiento, los cuales, en la mayoría de los casos, se ven comprometidos por el desplazamiento parcial de las vértebras que se encuentran comprimiendo los nervios.

Para aquellos casos donde hay un estado de tensión estática, la causa suele ser un músculo que se ha contraído mucho más difícilmente que en condiciones normales, lo que termina causando una interrupción de la microcirculación en el músculo tenso, y este escaso flujo sanguíneo provoca la acumulación de productos metabólicos que terminan teniendo efectos tóxicos en el organismo.

Después de recibir el dolor causado por los espasmos, el cerebro reacciona reforzando la tensión muscular de la zona afectada, una reacción que provoca un flujo sanguíneo aún peor. Así se crea una especie de círculo vicioso que conduce al desarrollo del síndrome de dolor crónico, el cual puede presentarse con cualquier tipo de intensidad, incluso la más ligera.

Entonces, ¿Hay alguna solución para este tipo de complicaciones?

Generalmente, se recomiendan algunos ejercicios específicos para el cuello y la espalda que buscan relajar los músculos, aumentando el flujo sanguíneo y eliminando los productos metabólicos tóxicos. Por eso, hoy vamos a revisar algunos ejercicios que han demostrado ser perfectos para las personas que sufren dolores de cabeza crónicos, dolores de espalda y molestias en el cuello.

Ejercicio para tratar el dolor en los hombros.

El siguiente movimiento puedes hacerlo estando de pie o sentado: lo primero es asumir una postura natural que le permita al cuerpo relajarse. Respira profundamente y, al mismo tiempo, comienza con un levantamiento gradual de los hombros, elévalos lo más alto posible y llévalos hacia atrás. Una vez estando en esta posición, comienza a exhalar lentamente, ahora, bájalos empujándolos con un poco de presión hacia delante. Debes repetir esta secuencia de cuatro a cinco veces, además, siempre ten cuidado de realizar el ejercicio lentamente y con un ritmo controlado, ya que la concentración es lo más importante.

Rotación de la articulación del hombro.

Comienza colocando las puntas de tus dedos en los hombros, toma aire mientras levantas los codos y llévalos hacia atrás, manteniendo la posición por unos dos segundos, una vez pasado el tiempo exhala y empuja los codos hacia delante, al punto de que toquen el pecho. Puedes repetir esta secuencia de cuatro a cinco veces.

Posición de lectura.

Debes mantener las palmas de las manos a la altura de los hombros, como si estuvieras leyendo un libro cualquiera. Ahora, comienza a respirar profundamente mientras levantas las muñecas, luego, sigue las palmas con la vista para que tu cabeza siga el movimiento que haces con las manos, no olvides mantener la espalda recta en todo momento. Debes mantener la respiración durante un máximo de dos segundos y exhala mientras bajas la barbilla lo más cerca posible del pecho. Además, comienza la siguiente respiración tirando de los codos hacia atrás tanto como puedas y estirando completamente el pecho, cuando estés en la máxima capacidad de amplitud, mantén la respiración durante dos segundos y exhala mientras impulsas las manos hacia delante. Mientras haces el ejercicio, debes hacer lo posible por mantener la barbilla descansando sobre el pecho, cuando termines, regresa a la posición inicial y repite el procedimiento unas cuatro o cinco veces.

Como puedes ver, hablamos de ejercicios completamente destinados a aliviar la tensión muscular y el estrés en el cuello y los hombros. Esperamos que los pongas en práctica para evitar molestias en tu día a día y que puedas cumplir con tus obligaciones.

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Veronica Pereira

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