¿Por qué algunas personas tienen miedo a conducir?
Existen muchos factores que influyen al sentarnos frente al volante de un automóvil, por ejemplo: calles muy transitadas, una vía de alta velocidad, un peatón que sale de la nada, la dificultad visual que causa la lluvia, el coche de atrás parpadeando porque quiere adelantar y muchas otras situaciones inesperadas. Por otro lado, viajar en automóvil suele ser fundamental para ir al trabajo, ir de compras, acompañar a los niños a la escuela y muchas otras actividades que realizamos a diario. Entonces, ¿Por qué puede convertirse en un temor para muchas personas?
¿Qué nombre recibe el miedo a conducir y cuáles son los síntomas que se presentan?
Se denomina amaxofobia y proviene del griego hàmaxa, “carro”, y phobos, “miedo”. Es una fobia situacional específica y se presentan sintomatologías como:
- Dolores de cabeza severo y mareos.
- Taquicardia y arritmia.
- Sensación de inestabilidad
- Sudoración excesiva.
- Desorientación.
- Náuseas.
Amaxofobia: Causas y consecuencias.
Sus causas, por lo general, son diferentes y muchas veces es muy difícil llegar a la base del problema. De hecho, en la mayoría de los casos se debe a que la persona ha sufrido de algún evento traumático o un accidente ocasionado por él o por un allegado. Los motivos y orígenes de esta fobia varían de un individuo a otro, debido a que se puede manifestar por una falta de confianza propia, o en un período de la vida en el que la persona es más susceptible.
La amaxofobia podría estar involucrado con otras alteraciones de la ansiedad que ya estén presentes, o desarrollarse por un temor más profundo e íntimo. El temor de estar en boca de todos y ser juzgado por la sociedad pueden ser motivos para quienes tienen que estar detrás de un volante, y esto es particularmente común en las mujeres, dados los prejuicios a los que están sometidas con respecto a este tema. La inexperiencia genera cierto nerviosismo, sin embargo, muchas veces la amaxofobia afecta a las personas que ya tienen experiencia, ya que, sin un motivo aparente, pierden la confianza en sí mismos para conducir.
Una sola crisis de ansiedad basta para crear un ciclo que mantenga a la persona alejada de la incómoda situación. Si bien reconocen que el miedo es excesivo frente al peligro real, en realidad, quienes tienen miedo a conducir tienden a dejar de conducir sobrevalorando el peligro inherente a afrontar la situación que les ocasiona temor. Las consecuencias en la vida social y laboral de la persona pueden ser fundamentales: De hecho, hay posibilidades de que las personas que tengan esta fobia hagan muchos sacrificios. Por ejemplo: ir al supermercado a realizar las compras, perderse de un concierto y la aceptación o no de un trabajo. Todas las decisiones que tome o deba tomar el individuo se verán influenciadas y, a su vez, afectadas por este miedo, ya que cualquier acción que requiera de conducir hará que la persona ponga en duda su criterio.
Consejos para superar la amaxofobia.
Conducir al lado de alguien de confianza es útil para transmitir serenidad. Sin embargo, muchos expertos consideran que este método no es suficiente, ya que se corre el riesgo de volverse dependiente de la presencia de otras personas al momento de tomar el volante.
Otra manera es hacer frente a las circunstancias que provocan ansiedad de forma gradual. En el caso de la conducción, puedes volver a empezar por las carreteras que rodean la casa. Si el pánico es por las carreteras congestionadas, a las condiciones climáticas o incluso a las vías rápidas, puedes iniciar haciendo un recorrido corto, aumentando el tiempo cada vez que se viaje y exponiéndose a la situación temida.
Otro buen consejo para ayudar a una persona con amaxofobia es amoldar ese pequeño espacio, es decir, convertir el coche en un lugar en el que esa persona se sienta más segura, puedes ayudar manteniendo aseado el interior del vehículo, poner música agradable a un volumen no muy alto para que la persona pueda relajarse y manejar con tranquilidad.