¿Sufres de una menstruación dolorosa? La osteopatía puede ser útil para ti
La osteopatía utiliza una gran variedad de técnicas manuales para estimular y restablecer la movilidad en diferentes zonas del cuerpo: no solo se trata los tejidos osteoarticulares, sino también los viscerales.
Cuando la gente piensa en la osteopatía, suele asociarla rápidamente con problemas musculoesqueléticos y generalmente acuden al osteópata por un dolor de espalda, un bloqueo articular o rigidez muscular. Pero el tratamiento osteopático también se utiliza para atender otras molestias como la dismenorrea.
Esta disciplina es muy funcional para tratar muchos tipos de dolor, no solo los relacionados con el sistema osteoarticular y la reducción de movilidad, ya que también atiende problemas asociados a otros tejidos del cuerpo, como los viscerales. Por lo tanto, la menstruación dolorosa es una de las áreas en las que las técnicas osteopáticas tienen éxito, especialmente si se combinan con un enfoque ginecológico.
¿Cómo se desarrolla una sesión?
Durante las sesiones con un osteópata, después de una cuidadosa anamnesis inicial para evaluar las características del trastorno y su posible origen, el operador planifica el número y la frecuencia de los tratamientos a realizar. El trabajo en el estudio se basa en la identificación de la «disfunción somática», o, dicho de otra forma, la reducción de la movilidad en los distintos tejidos del cuerpo, los cuales provocan la alteración del estado de salud y el dolor. Después de este paso se procede a la intervención sobre el cuerpo usando técnicas manuales, desde la movilización articular hasta el masaje manual y la estimulación de zonas específicas del cuerpo. Cada tratamiento es personalizado y las maniobras no son invasivas ni dolorosas.
Con respecto al tratamiento de la dismenorrea.
En los casos de dismenorrea, el tratamiento va dirigido especialmente a las articulaciones de la pelvis, la columna lumbar y los tejidos abdominales, que se estimulan con maniobras ad hoc.
¿Cuáles son los resultados?
La intensidad y la duración de los días del periodo menstrual con dolor disminuyen, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de muchas mujeres, sobre todo esas que viven los primeros días del ciclo como una auténtica incapacidad, con malestar psicológico y que solo pueden mantenerse de pie gracias al uso de analgésicos. Los tratamientos osteopáticos son más seguidos al inicio, luego las sesiones van siendo menores hasta convertirse en encuentros esporádicos.
Ejercicios terapéuticos en casa.
Por suerte para muchos pacientes, los osteópatas no se limitan a realizar los tratamientos en el consultorio: su tarea consiste en enseñar a sus pacientes a gestionar el dolor, aprendiendo a conocer mejor su cuerpo, mejorando su estilo de vida y adoptando hábitos saludables, incluida la prevención.
Para el caso de la dismenorrea, los consejos están relacionados con la relajación de la zona afectada por el ciclo menstrual. Algunos consejos que ellos dan son la aplicación de calor como «primeros auxilios» pero también como una medida preventiva, ya que cuando se relaja el componente muscular del útero, también se reduce el dolor, además de también ser útil el movimiento suave, con ejercicios suaves de movilización de la zona de la pelvis.