Alzheimer: científicos aseguran que dormir menos de 7 horas aumenta el riesgo de padecerlo
Un estudio publicado en noviembre pasado en Brain Communications relaciona esta patología con la falta de una jornada de sueño completa
Actualmente muchos estudios han llegado a la conclusión de que los trastornos del sueño van en aumento, siendo los responsables de muchas enfermedades, al punto de que varios expertos han demostrado que la demencia y el Alzheimer se encuentran entre estas patologías.
Una nueva investigación a gran escala publicada el pasado 3 de noviembre en Brain Communications ha confirmado la presencia de este vínculo. A continuación te contaremos los detalles para que entiendas el por qué es tan importante cumplirle al cuerpo con las horas de sueño que este necesita.
Un aumento de las proteínas p-tau y t-tau
Según los autores del estudio, «los datos epidemiológicos y experimentales han permitido determinar que las anomalías presentes en el sueño contribuyen al riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer».
De igual forma manifestaron que «en este último trabajó por primera vez se ha utilizado una gran cohorte de pacientes, un total de 1.168 adultos de más de 50 años, sin trastornos cognitivos diagnosticados, los cuales han sido seguidos durante un periodo de 18 meses. Al igual que otros parámetros, los investigadores analizaron con detalle la calidad de sus jornadas de sueño».
En los análisis se pudo revelar que la mala calidad del sueño estaba asociada a un aumento de la proteína t-tau presente en el líquido cefalorraquídeo del cerebro, una característica que aparece en la enfermedad de Alzheimer. Y eso no es todo, ya que una duración del sueño que sea inferior a 7 horas diarias también se asoció a una producción elevada de la proteína t-tau, pero también de la proteína p-tau, dos biomarcadores que están altamente relacionados con el riesgo de Alzheimer en su fase preclínica.
Prevención del Alzheimer y los trastornos del sueño
Los autores recientemente han declarado que “hay que entender cuándo y cómo el mal sueño contribuye a la progresión de la enfermedad de Alzheimer, ya que es importante para que las terapias puedan dirigirse a la fase correcta de la patología».
Pues bien, ahora es necesario seguir con otras investigaciones para desarrollar un sistema de prevención eficaz dirigida a las jornadas de sueño de los pacientes con factores de riesgo, por ello, son necesarias investigaciones futuras para probar la eficacia de las prácticas preventivas, las cuales sean diseñadas para mejorar el sueño en las etapas presintomáticas de la enfermedad, con el fin de reducir la patología de la enfermedad de Alzheimer.
Cómo conclusión, estos resultados destacan la importancia relacionada con el estudio de los posibles vínculos entre el sueño y la patología de la enfermedad de Alzheimer. Actualmente, existen algunos tratamientos que han demostrado ser eficaces para los trastornos del sueño e intervenciones para mejorar y maximizar la calidad del descanso, por lo que su aplicación temprana puede mitigar potencialmente la progresión del deterioro cognitivo una vez entrada la tercera edad.