La prosopagnosia (término traducido del griego como «ignorancia de las caras») se caracteriza por una dificultad para reconocer los rostros de las personas. En los casos más severos, el sujeto no solo es incapaz de distinguir las caras de las personas, sino que incluso es incapaz de distinguir una cara humana de la de un animal o un objeto. Existen dos tipos de prosopagnosia:
- Congénita: presente desde el nacimiento.
- Adquirida: surge en el transcurso de los años.
La prosopagnosia adquirida puede clasificarse a su vez en:
- Asociativa: los afectados rara vez son capaces de distinguir un rostro por la edad, el sexo o ciertas características como el color de la piel.
- Aperceptiva: los afectados son incapaces de distinguir los rostros de las personas, estos no pueden indicar aproximadamente la edad, el sexo o la etnia de una persona.
Las causas de la prosopagnosia aún no están del todo definidas, especialmente cuando se trata de la forma congénita, la cual no está asociada a lesiones cerebrales, motivo por el que se sospecha de un origen genético. Para el caso de la prosopagnosia adquirida, la teoría más aceptada por los expertos señala un origen traumático detrás de la aparición del déficit. De ello se deduce que las personas con lesiones cerebrales que afectan a la porción inferior del lóbulo occipital, a la corteza temporal anterior del hemisferio derecho y/o a la circunvolución fusiforme pueden aumentar el riesgo de sufrir prosopagnosia. Otras patologías o eventos relacionados con el trastorno incluyen:
- Hemorragia cerebral.
- Encefalitis.
- Enfermedad de Parkinson.
- Atrofia cerebral.
- Tumores cerebrales.
- Intoxicación por monóxido de carbono.
Estudios han demostrado que el trastorno también se ha encontrado en individuos con autismo, síndrome de Williams y la enfermedad de Alzheimer, formando parte de los síntomas. Esta última enfermedad neurodegenerativa es el origen de un falso mito que considera a la prosopagnosia como una forma de demencia caracterizada por la pérdida progresiva de la memoria. Lo cierto es que los enfermos no pierden la memoria y mantienen su autosuficiencia, pero siguen sin poder reconocer los rostros.
¿Cuál es el tratamiento de la prosopagnosia?
Todavía no existe un tratamiento específico para reducir la prosopagnosia, ya que las causas del déficit siguen estando bajo estudio. Sin embargo, los pacientes con prosopagnosia pueden aprender ciertas técnicas para reconocer a las personas basándose en otras características físicas como:
- La voz.
- El peinado.
- El aroma.
- Piercings o tatuajes.
- Lunares o cicatrices.
- Altura.
- La forma de gesticular.
Si un paciente de prosopagnosia aprende a reconocer a las personas por una de estas características podría causar algunos problemas sociales no deseados, por lo que los terapeutas recomiendan centrarse en múltiples características físicas.
Además de Brad Pitt, que reveló en una entrevista que padece esta enfermedad, hay otros famosos que sufren (o han sufrido) prosopagnosia. Un ejemplo es el del actor francés Thierry Lhermitte, el cual en una entrevista de 2004 confesó a un periódico francés que no siempre era capaz de reconocer las caras de sus amigos o colegas, teniendo que recurrir a menudo a su oído para reconocer quien era la persona que tenía delante.
