12 consejos efectivos para reducir el riesgo de cáncer
Informes estiman que si se sigue el nuevo código Europeo contra el Cáncer se podría prevenir hasta un 30 por ciento de los cánceres en toda Europa.
Uno de cada tres pacientes diagnosticado con cáncer en Europa podría evitarse si se siguieran algunas reglas establecidas en la nueva edición del Código Europeo contra el Cáncer. Puede que sean vistas como reglas, pero deben ser vistas sobre todo como consejos útiles que han sido estudiados por expertos para asegurar la buena salud a corto y largo plazo. Esta iniciativa se creó para informar a los ciudadanos de los malos hábitos que pueden resultar en el aumento de la aparición de algún tipo de cáncer.
Este tipo de informes se publican desde el año 1987 y sus recomendaciones son actualizadas cada año para mantenerse al día con los últimos descubrimientos científicos hechos por un grupo especializado de médicos, científicos y otros expertos de toda la Unión Europea y la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC). Ahora veamos 9 prácticas que deben ser tomadas en cuenta según los expertos para reducir la probabilidad de desarrollar algún tipo de cáncer:
No consumas cigarrillos, mucho menos en casa.
Fumar siempre se va a encontrar en el podio de las formas más rápidas de desarrollar cáncer. Miles de estudios han confirmado que la mayoría de los cánceres de pulmón son causados por el consumo de cigarrillos, convirtiendo al tabaco en la principal causa evitable para el desarrollo de esta enfermedad e índice de muertes en el mundo, al acumular cerca de 6 millones de personas cada año. Sin embargo, pese al gran número de campañas de concienciación y de las medidas que buscan limitar el consumo de tabaco en espacios públicos, el número de fumadores no ha disminuido en mucho tiempo. De hecho, según los últimos datos, en España hay 11,5 millones de consumidores frecuentes de cigarrillos.
Por si fuera poco, además de perjudicar a aquellos que lo consumen directamente, el cigarrillo también es el responsable de la aparición de enfermedades graves en aquellas personas que reciben de forma pasiva el humo, especialmente aquellas que viven con un fumador. Los efectos del humo que sale de los pulmones del fumador son incluso más nocivos y se recomienda a todos los consumidores alejarse tanto como sea posible al momento de fumar.
Limitar el consumo de alcohol.
Es momento de dejar a un lado el consumo frecuente de alcohol. De hecho, el consumo de cualquier presentación de esta sustancia ha sido relacionado con la aparición del cáncer en la boca, garganta, colorrectal y de mama. Además, cuanto más alcohol se consuma, mayor será el riesgo.
Mantente activo físicamente todos los días.
Los beneficios de poner en marcha rutinas semanales de entrenamiento son alabadas por la mayoría de los estudios científicos realizados en cualquier tipo de población. La actividad física frecuente puede alejar el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal, de mama y de endometrio. Sin embargo, la actividad física también ayuda al bienestar general del cuerpo y a proteger a los órganos como riñones, páncreas, esófago y vejiga del desarrollo de cualquier patología. Sin duda alguna la mejor opción es luchar contra el sedentarismo, al comienzo puede ser difícil, pero basta con una hora de ejercicio al día para obtener todos sus beneficios.
Sigue una dieta variada y evita los alimentos contaminantes.
Aumenta tu consumo de cereales integrales, legumbres, verduras y frutas. Limitar los alimentos ricos en azúcar y grasas trans, así como la carne procesada, la carne roja y los alimentos que tengas altos índices de sal.
La importancia de mantener un peso saludable.
Es importante no ganar peso e intentar mantenerse siempre en una línea de masa grasa. Mantenerse con ayuda de una dieta saludable y actividad física regular puede ayudar a prevenir no solo algunos tipos de cáncer, sino también la aparición de problemas en el corazón y diabetes.
Evita la exposición a agentes cancerígenos.
Aprender a leer las etiquetas de seguridad e higiene en los productos es importante para evitar la exposición a agentes cancerígenos. Según el Código Europeo contra el Cáncer: «Algunas de las sustancias químicas y contaminantes presentes en el aire de los países de la Unión Europea provienen de productos que usamos con frecuencia, entre ellos, todas las presentaciones de amianto (Asbesto), benceno, gases de escape de los motores de autos, hidrocarburos aromáticos policíclicos, arsénico y sus compuestos inorgánicos y dioxinas». De hecho, hace poco la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer ha clasificado a la contaminación atmosférica como una mezcla de múltiples contaminantes que pueden potenciar el desarrollo de algunos tipos de cáncer.
Evita la exposición a la radiación de radón.
Es importante revisar si se está expuesto a niveles elevados de radiación de radón en casa y encontrar formas de reducirla. El radón es un gas radiactivo natural que se forma en la corteza terrestre y que puede entrar en los hogares por medio del suelo. Según el Ministerio de Sanidad, este gas es el segundo responsable de causar cáncer de pulmón en países como Italia. De hecho, los efectos de la exposición excesiva al radón se detectaron por primera vez en mineros de uranio subterráneos, donde la concentración de radón era extremadamente alta.
Evite a toda costa estar expuesto al sol durante mucho tiempo.
Cerca del 86% de los melanomas y el 90% de los cánceres de piel están causados por la exposición excesiva al sol. De hecho, este es uno de los cánceres que más se desarrollan, por lo que el uso de protector solar es muy importante y no debe subestimarse su efecto, también evita las horas más soleadas del día y las quemaduras causadas por el sol.
No amamantar.
Si eres madre y no estás amamantando, corres mayores riesgos de padecer cáncer de seno. La lactancia materna ofrece muchos beneficios para la salud, no solo para el niño, sino también para la madre, ya que disminuye el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer. Los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconsejan dar el pecho tanto como puedan durante un periodo mínimo de seis meses para permitirle al niño desarrollarse correctamente y promover la buena salud personal.