Puede que no lo sepas, pero uno de los efectos de la soja es reducir significativamente la presencia de colesterol en la sangre. Este es solo uno de sus beneficios, por lo que hoy conoceremos más de las ventajas que tiene su consumo.
Los alimentos a base de soja, desde la leche hasta las nueces de soja, tienen la capacidad de reducir el colesterol LDL (un tipo de colesterol perjudicial para el corazón) gracias a dos fitoestrógenos: la genisteína y la daidzeina. Estamos seguros de que la soja ha dejado de ser un alimento exclusivamente para el consumo de vegetarianos, hasta el punto de que la Heart and Stroke Foundation de Canadá recomienda incluirla frecuentemente en nuestra dieta.
Sin embargo, la comunidad científica aún no tiene una opinión clara sobre el consumo de soja. Algunos científicos recomiendan consumir entre dos a cuatro raciones por semana, y la Asociación Americana del Corazón publicó en 2006 un estudio que tomó 10 años sobre los beneficios de su consumo. En este estudio se concluyó que los alimentos y suplementos de soja no pueden reducir los niveles de colesterol. Sin embargo, un gran número de nutricionistas asegura que es bueno consumir productos a base de soja porque contienen menos grasas saturadas que la carne y altas dosis de fibra, vitaminas y minerales beneficiosos para el organismo.
Veamos algunos productos de soja que puedes elaborar tú mismo en la comodidad de tu cocina.
Edamame.
Este es el nombre japonés que se le da a la soja fresca. Este producto es muy similar a los guisantes en cuanto a su tamaño, forma, color y consistencia. Por lo general, se compran congeladas y al vapor, su sabor es muy especial y parecen una verdura común.
Leche de soja enriquecida con calcio.
Es muy rica en proteínas, calcio e isoflavonas, la leche de soja puede sustituir a la de vaca en el café, el té o con los cereales, lo cual la convierte en una alternativa estupenda si se es intolerante a la lactosa.
Sopa de miso.
Este tipo de sopa, elaborada con habas de soja, suele servirse como entrada en los restaurantes de Japón. También se vende en una bolsa, a la cual solo hay que añadir una taza de agua caliente. Es un platillo muy reconocido por ser muy práctico para comer en la oficina.
Filetes hechos de soja.
En las estanterías de los supermercados siempre se encuentran disponibles gran variedad de hamburguesas, salchichas, patés y otros preparados de soja. Eso está muy bien, pero te recomendamos siempre revisar la lista de ingredientes antes de elegir uno de estos productos. Algunos de estos preparados a base de soja vienen con un alto contenido de grasas trans.
Proteína de soja texturizada.
Estas proteínas se elaboran partiendo de la harina de soja deshidratada y comprimida, la cual se corta en porciones. Estas porciones tienen una textura esponjosa y similar a la de la carne picada. Para comerla como alternativa a la carne, es necesario rehidratarlas, ya que con este paso pueden triplicar su tamaño. Además, en forma seca, pueden conservarse durante varios meses sin que pierda sus propiedades.
Nueces de soja.
Las nueces de soja tostadas son uno de los aperitivos más ricos en isoflavonas. Solo tienes que comer un puñado para satisfacer un antojo o como postre después de las comidas, también puedes usarlo como agregado a tus ensaladas.
