¿Aceite de palma sí o no? Los pros y los contras del ingrediente más debatido
Desde hace muchos años, este producto de origen natural es el tema principal de muchos debates entre los expertos en salud y los consumidores. Este tipo de aceite ha sido utilizado durante mucho tiempo como ingrediente de muchas recetas alimentarias, pero el tema es que ha sido objeto de críticas por sus posibles daños a la salud y un impacto medioambiental que sería insostenible a mediano y largo plazo. Pero, ¿Es realmente tan malo el aceite de palma? Veamos algunos datos interesantes que podemos tener en cuenta para determinar qué tan rentable es su uso en nuestra vida cotidiana.
¿Qué es exactamente el aceite de palma?
Explicado de manera simple, el aceite de palma es un tipo de aceite vegetal que se extrae del fruto de la palmera Elaeis Guineensis, la cual es un tipo de palma que solo crece en las regiones ecuatoriales de países como Indonesia y Malasia. Este aceite es extraído de la pulpa de los frutos rojos que crecen en estos árboles. Se trata de pequeños frutos del tamaño de una aceituna, con un gran hueso en el centro del que se puede extraer otro tipo de aceite: el de palmiste.
Aceite de palma: ¿Cuáles son sus posibles beneficios?
Actualmente, es utilizado tanto para preparar alimentos como para diseñar productos cosméticos, por lo que podemos intuir que el aceite de palma no es perjudicial en sí mismo, de hecho, es rico en antioxidantes y otros nutrientes, pero ha sido objeto de críticas principalmente por la gran cantidad de grasas saturadas que contiene. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las grasas saturadas cuando se incluyen en una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable, realmente no son un verdadero problema para nuestro organismo.
Los contras del aceite de palma
Lamentablemente, este aceite tiene varios efectos secundarios no deseados: aquellos que lo consumen, a menudo no consiguen que su dieta sea equilibrada porque la presencia de grasas saturadas puede convertirse en un aspecto negativo.
Sin embargo, la cuestión que realmente causa controversia sobre el consumo de este producto está relacionada principalmente con los procesos de fabricación a los que se ve sometido. A día de hoy varios estudios han demostrado que durante el procesamiento de los aceites vegetales, incluido el de palma, las altas temperaturas de la industria producen sustancias como ésteres glicidas de ácidos grasos, 3-monocolopropanediol y 2-monocloropropanediol, las cuales podrían tener efectos genotóxicos y cancerígenos si acaban en el producto adquirido por el consumidor final.
Por si con esto no fuese suficiente, existe otro grave problema que reduce la confianza que podemos tener sobre este tipo de aceite: el impacto que tiene sobre el medio ambiente.
Por último, ¿Puede ser sostenible el aceite de palma a mediano y largo plazo?
Durante muchos años, este tipo de productos han recibido todo tipo de críticas debido al fuerte impacto que tiene sobre el ecosistema de nuestro planeta. Las principales preocupaciones de los expertos están relacionadas con la deforestación para crear nuevas tierras de cultivo, el cambio climático resultante de la producción de gases de efecto invernadero y la posible contaminación del agua y el suelo.
Por todas estas razones, los entes gubernamentales, de la mano con diversos grupos ecologistas, hacen lo posible por encontrar una forma de producir aceite de palma que tenga un impacto medioambiental mínimo. Las esperanzas se centran en encontrar una solución lo antes posible.