Estas son las 3 plantas más tóxicas que debes evitar si tienes niños
Cuando se tienen niños en casa, es crucial estar informado sobre el entorno que les rodea, incluyendo las plantas ornamentales que pueden parecer inofensivas pero resultar ser peligrosas. Algunos hogares albergan plantas que, aunque hermosas, contienen toxinas capaces de causar serios problemas de salud a los más pequeños.
Potus (Epipremnum aureum)
Conocida comúnmente como Potus o Pothos, el Epipremnum aureum es una planta ornamental muy popular en muchos hogares. Sin embargo, a pesar de su apariencia atractiva, es importante estar consciente de sus peligros potenciales, especialmente si hay niños en casa.
El Potus es una planta de follaje que destaca por sus hojas en forma de corazón, de un color verde vibrante con patrones variegados en tonos dorados y blanco-crema. Es una planta trepadora que puede crecer hasta 20 metros en su hábitat natural, pero en interiores suele alcanzar entre 1 a 2 metros de longitud. Es muy adaptable y puede prosperar en condiciones de poca luz, lo que la hace una elección común para la decoración de interiores.
Se trata de una planta originaria de las Islas de la Sociedad en la Polinesia Francesa, pero se ha adaptado a diversos climas alrededor del mundo. Debido a su resistencia y bajo mantenimiento, se encuentra frecuentemente en oficinas y hogares.
Síntomas de intoxicación
Aunque es una planta muy popular, el Potus puede ser peligroso si se ingiere o se entra en contacto con él. Es importante conocer los síntomas de intoxicación para actuar rápidamente:
Irritación oral y de garganta: si un niño mastica o ingiere partes de la planta, puede experimentar una sensación de ardor en la boca y en la garganta.
Náuseas y vómitos: la ingestión también puede causar náuseas, vómitos y dolor abdominal.
Diarrea: similarmente, el consumo de Potus puede llevar a episodios de diarrea.
Salivación excesiva: los niños pueden comenzar a babear más de lo normal debido a la irritación oral.
Medidas de prevención
Para mantener a los niños seguros y evitar el contacto con el Potus, es esencial seguir algunas medidas preventivas:
Ubicación estratégica: coloca la planta fuera del alcance de los niños, preferiblemente en estantes altos o colgantes.
Alternativas más seguras: considera sustituir el Potus por otras plantas no tóxicas como las Marantas o las Fittonias, que también son visualmente atractivas pero más seguras.
Educación y vigilancia: enseña a los niños a no tocar ni comer plantas desconocidas. Además, mantén un ojo vigilante cuando estén cerca de estas plantas.
Uso de barreras: en casos donde mover la planta no es una opción, se pueden usar barreras físicas como rejas o coberturas para impedir el acceso de los niños.
Kalanchoe
La Kalanchoe es una suculenta originaria de Madagascar, caracterizada por sus gruesas hojas carnosas y flores vibrantes. Sus flores pueden ser de diversos colores, incluyendo rojo, rosa, amarillo y blanco, lo que la convierte en una planta muy atractiva para decorar interiores y jardines. Esta planta es muy apreciada por su resistencia y facilidad de cuidado, lo que la hace popular entre los amantes de las plantas.
Riesgos y síntomas
A pesar de su belleza, la Kalanchoe es tóxica si se ingiere, y los niños son especialmente vulnerables. Las partes tóxicas de la planta contienen compuestos llamados bufadienólidos, que pueden causar serios problemas de salud.
Los síntomas de intoxicación incluyen:
Problemas gastrointestinales: náuseas, vómitos y diarrea.
Síntomas cardíacos: arritmia, que es un ritmo cardíaco irregular y potencialmente peligroso.
Letargo y debilidad: sensación de cansancio extremo y falta de energía.
¿Cómo mantener a los niños seguros?
Para evitar cualquier riesgo de intoxicación por Kalanchoe, es esencial seguir algunas medidas de seguridad:
Colocar fuera de su alcance: mantén la planta en lugares elevados o colgantes donde los niños no puedan alcanzarla.
Educación: enseña a los niños a no tocar ni ingerir plantas.
Supervisión: monitorea a los niños cuando están en áreas donde crece la Kalanchoe.
Alternativas seguras: considera reemplazar la Kalanchoe con plantas no tóxicas como las Marantas o Fittonias.
Si se sospecha que un niño ha ingerido alguna parte de la Kalanchoe, es crucial buscar atención médica inmediatamente. Mantener estas plantas fuera del alcance de los niños ayudará a prevenir posibles intoxicaciones y garantizará un hogar seguro para todos.
Flor de Pascua (Euphorbia pulcherrima)
La Flor de Pascua, también conocida como Poinsettia, es una planta popularmente asociada con la temporada navideña. Aunque su belleza la hace una adición común en la decoración del hogar durante estas fiestas, es importante estar consciente de su toxicidad, especialmente si hay niños pequeños en casa.
La Flor de Pascua es conocida por sus brillantes hojas rojas, aunque también existen variedades con hojas rosadas, blancas y moteadas. Estas coloridas «flores» en realidad no son flores, sino brácteas, que son hojas modificadas. La verdadera flor es pequeña y amarilla, ubicada en el centro de las brácteas.
Durante la temporada navideña, la Flor de Pascua se convierte en una de las plantas más vendidas debido a su vibrante colorido que aporta alegría y festividad. Es originaria de México y crece como un arbusto en climas tropicales.
Efectos tóxicos
La Flor de Pascua tiene una reputación de ser tóxica, aunque su nivel de toxicidad es moderado.
Irritación de la piel: el contacto con la savia lechosa de la planta puede causar irritación y escozor en la piel. En algunos casos, puede provocar sarpullidos.
Problemas digestivos: si un niño ingiere partes de la planta, puede experimentar náuseas, vómitos y diarrea. Aunque estos síntomas usualmente no son graves, pueden ser muy incómodos.
Enrojecimiento y escozor en los ojos: el contacto con los ojos puede resultar en enrojecimiento y escozor, por lo que es importante manejar la planta con cuidado.
Recomendaciones para el hogar
Si decides mantener una Flor de Pascua en casa durante la Navidad, hay varias precauciones que puedes tomar para asegurar la seguridad de tus hijos:
Ubicación fuera del alcance: coloca la planta en lugares altos o colgantes donde los niños no puedan alcanzarla. Evita colocarla en mesas bajas o en el suelo.
Supervisión constante: vigila a los niños pequeños cuando están cerca de la planta. Asegúrate de que no intenten tocarla ni llevarse partes de ella a la boca.
Educación temprana: enseña a tus hijos desde pequeños que no deben tocar ni ingerir plantas desconocidas. Explica que algunas plantas pueden ser peligrosas.
Lavado inmediato: si ocurre contacto con la piel, lava la zona afectada con agua y jabón para reducir la irritación. Si la savia entra en contacto con los ojos, enjuágalos con abundante agua.
Alternativas seguras: considera decorar con plantas no tóxicas durante la temporada festiva. Existen muchas opciones hermosas que no representan un riesgo para los niños.
¿Qué hacer en caso de intoxicación?
Si sospechas que un niño ha entrado en contacto con una planta tóxica, actuar rápido y de manera eficiente puede marcar la diferencia. Aquí te presentamos una guía clara y fácil de seguir para manejar estos casos.
Primeros auxilios básicos
En caso de intoxicación por plantas, es esencial conocer los pasos iniciales para minimizar los efectos tóxicos. Aquí te decimos qué hacer dependiendo del tipo de exposición:
Contacto con la piel:
Enjuagar inmediatamente: lava la piel afectada con abundante agua y jabón durante al menos 15 minutos.
Retirar la ropa contaminada: cambia la ropa del niño para evitar una exposición prolongada.
Aplicar crema suave: si se observa irritación, aplica una crema hidratante para aliviar la piel.
Ingestión:
Retirar restos de la boca: si el niño todavía tiene partes de la planta en la boca, haz que las escupa y enjuaga su boca con agua.
No inducir el vómito: no intentes provocar el vómito sin la indicación de un profesional de salud, ya que algunos compuestos tóxicos pueden causar más daño al ser devueltos.
Ofrecer agua o leche: si no hay síntomas severos como vómitos o dificultad para respirar, darle un vaso de leche o agua puede ayudar a diluir la toxina.
Contacto con los ojos:
Enjuagar con agua tibia: lava los ojos del niño con agua tibia durante al menos 15 minutos.
Evitar que se frote los ojos: esto puede empeorar la irritación.
¿Cuándo buscar ayuda médica?
No todos los casos de contacto con plantas tóxicas requieren una visita a urgencias, pero es fundamental reconocer las señales que indican la necesidad de atención médica inmediata:
Señales de alerta:
Dificultad para respirar: si el niño muestra signos de asfixia o respiración dificultosa, busca ayuda médica de forma urgente.
Vómitos persistentes: si el niño no puede dejar de vomitar, podría necesitar atención profesional.
Dolor abdominal severo: dolor intenso o persistente en el abdomen es una señal de que algo no está bien.
Desmayo o convulsiones: estos son síntomas graves que requieren atención inmediata.
A qué servicios acudir:
Centro de control de intoxicaciones: llama al número del Centro de Control de Intoxicaciones más cercano para recibir instrucciones específicas y rápidas.
Sala de emergencias: si los síntomas son severos o si el Centro de Control de Intoxicaciones recomienda una visita, acude inmediatamente a la sala de emergencias.
Pediatra de confianza: para síntomas leves o si tienes dudas, puedes contactar a tu pediatra para que te oriente sobre los pasos a seguir.