4 posturas de yoga para fortalecer los músculos del suelo pélvico
Al practicar regularmente las posturas mencionadas, podrás fortalecer los músculos del suelo pélvico, mejorar la circulación en esta área y prevenir problemas como la incontinencia urinaria.
El suelo pélvico está compuesto por varios músculos que se encuentran en la parte inferior de la pelvis, los cuales son fundamentales para mantener la estabilidad de todo el cuerpo, ya que brindan soporte a la espalda, ayudan a mantener una buena postura, controlan la función intestinal y de la vejiga, y también tienen un papel importante en la función sexual.
Beneficios del yoga para fortalecer el suelo pélvico
Algunas posturas de yoga pueden ayudar a estirar y relajar los músculos del suelo pélvico, lo cual es especialmente beneficioso si tienes tensión en esta área.
La práctica regular de yoga puede mejorar la circulación sanguínea en el área pélvica, lo cual es importante para mantener la salud de los tejidos y músculos del suelo pélvico.
El yoga también puede ayudar a fortalecer los músculos del suelo pélvico, lo cual es fundamental para prevenir problemas como la incontinencia urinaria o prolapsos.
Posturas de yoga para fortalecer el suelo pélvico
Ananda Balasana (El bebé feliz)
La postura del bebé feliz es excelente para estirar y relajar los músculos del suelo pélvico. Para realizar esta postura, acuéstate boca arriba y lleva las rodillas hacia el pecho. Agarra los tobillos o utiliza una banda elástica si no puedes alcanzar los tobillos. Permite que tus rodillas se abran suavemente hacia los costados y relaja los músculos de la pelvis y las caderas.
Esta postura permite alargar los músculos del suelo pélvico y los músculos circundantes de las caderas y la pelvis que pueden contribuir a la tensión en el suelo pélvico. Además, al realizarse acostado, se minimiza la demanda de gravedad, lo que permite que los músculos se relajen.
Nota: puedes mantener esta postura durante unos minutos, siempre y cuando te sientas cómodo y puedas relajar cualquier tensión. A medida que te familiarices con la postura, puedes prolongar el tiempo que la mantienes para conectar con tu respiración y liberar cualquier tensión en los músculos del suelo pélvico.
Malasana (La sentadilla profunda)
La sentadilla profunda es una postura de yoga que ayuda a fortalecer los músculos del suelo pélvico y las piernas. Para realizar esta postura, colócate de pie con los pies separados a la distancia de las caderas. Luego, baja el cuerpo hacia el suelo doblando las rodillas y manteniendo los pies planos en el suelo. Separa los muslos y lleva los codos dentro de las rodillas, manteniendo las manos unidas en posición de rezo.
Esta postura fortalece los músculos del suelo pélvico debido a la tensión que se crea en esta área al bajar el cuerpo hacia el suelo. Además, también trabaja los músculos de las piernas, lo cual es beneficioso para la estabilidad general del cuerpo.
Nota: si tienes dificultad para mantener los talones en el suelo, puedes colocar un bloque debajo de los talones para proporcionar un poco de elevación. Mantén la postura durante varios segundos y repite varias veces.
Utkatasana (La silla)
Para realizar esta postura, comienza de pie con los pies juntos. Luego, dobla las rodillas y baja el cuerpo hacia el suelo, como si fueras a sentarte en una silla imaginaria. Mantén los brazos extendidos hacia arriba y mantén la postura durante varios segundos.
Esta postura fortalece los músculos del suelo pélvico debido a la tensión que se crea en esta área al mantener la posición de sentado. Además, también trabaja los músculos de las piernas y los glúteos.
Nota: si tienes dificultad para mantener la postura durante mucho tiempo, puedes apoyarte en una pared para obtener mayor estabilidad. Con el tiempo, intenta mantener la postura durante más tiempo a medida que tus músculos se fortalezcan.
Baddha Konasana (La postura del zapatero)
Para realizar esta postura, siéntate en el suelo con las piernas extendidas hacia adelante. Luego, dobla las rodillas y junta las plantas de los pies, permitiendo que las rodillas se abran hacia los costados. Agarra los pies con las manos y mantén la postura durante varios segundos.
Esta postura fortalece los músculos del suelo pélvico al mantener las piernas abiertas y la presión en esta área. Igualmente, ayuda a estirar los músculos de las caderas y las ingles.
Nota: si tienes dificultad para mantener la postura con las rodillas abiertas, puedes colocar una almohada o una manta debajo de cada rodilla para mayor comodidad. Intenta mantener la postura durante varios segundos y repite varias veces.