5 consejos para dormir bien cuando tienes la nariz congestionada

La congestión nasal parece empeorar al acostarnos, y eso tiene una explicación, ya que la posición horizontal puede hacer que el flujo de sangre y la inflamación en las fosas nasales aumenten, bloqueando aún más los canales respiratorios. Además, el aire seco en la habitación contribuye a irritar las membranas nasales, produciendo más mucosidad. Si a esto añadimos factores como alergias o resfriados, el problema se amplifica.

Usa una posición elevada al dormir

Coloca una o dos almohadas debajo del colchón, o utiliza almohadas adicionales para mantener tu busto un poco más alto que el resto del cuerpo, lo que ayudará a reducir la acumulación de mucosidad en los senos paranasales, evitando el bloqueo completo de las vías respiratorias. Aunque quizás no sea tu posición favorita, esta inclinación puede marcar la diferencia.

Mantén la habitación fresca

La temperatura óptima para dormir está entre 18°C y 19°C, lo que no solo favorece un sueño profundo, sino que también evita que el aire se vuelva demasiado seco debido al sobrecalentamiento. Una habitación con aire seco puede derivar en mayor irritación nasal, haciendo que la mucosidad se espese y sea más difícil respirar. Si eres sensible al frío, usa ropa de cama cálida en lugar de aumentar el termostato.

Hidratación

Beber agua ayuda a fluidificar el moco, permitiendo que drene más fácilmente por las fosas nasales. También puedes optar por té caliente con miel, que proporciona un efecto calmante y ayuda a abrir las vías respiratorias. Incluso puede ser útil tener una botella de agua junto a la cama para las ocasiones en que te despiertes durante la noche.

Humidifica el ambiente

Si el aire seco es un problema en tu hogar, un humidificador puede ser tu mejor aliado. Mantener cierta humedad en el ambiente permite que las membranas nasales se mantengan hidratadas, facilitando el paso del aire. Si no tienes un humidificador a mano, coloca un recipiente con agua caliente cerca del radiador o un toallero húmedo. Esto permitirá que el agua se evapore y mantenga el aire más agradable para respirar.

Limpieza nasal regular

Antes de acostarte, realiza un lavado nasal con solución salina o agua de mar. Este procedimiento sencillo limpia las fosas nasales, eliminando el exceso de moco y aliviando la congestión. Basta con inclinar la cabeza hacia atrás, aplicar unas gotas en las narinas y sonarte la nariz suavemente. Este hábito puede darte la sensación de una respiración más libre al momento de dormir.

Inhalación de vapor

Otra técnica eficaz es la inhalación de vapor. Llena un recipiente con agua caliente, cúbrete la cabeza con una toalla e inhala el vapor durante unos minutos. Para mejores resultados, puedes añadir unas gotas de aceites esenciales, como eucalipto o menta, que tienen propiedades descongestionantes y relajantes.

¿Debo usar medicamentos?

En algunos casos, los descongestionantes nasales pueden proporcionar alivio inmediato, pero deben usarse con precaución. Algunos aerosoles con componentes como oxymetazolina pueden causar un efecto rebote si se usan más de tres días seguidos. Si las alergias son la causa de tus molestias, un antihistamínico puede ser útil bajo recomendación médica.

Algunas sustancias comunes pueden empeorar la congestión nasal. Trata de alejarte de perfumes, humo de cigarro y productos químicos fuertes en casa. Estos irritantes inflaman las fosas nasales y agravan los síntomas, dificultando aún más el descanso nocturno. Prioriza tu comodidad y cuida tu salud, ¡tu descanso lo agradecerá!