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Salud

6 riesgos que debes conocer antes de tomar pastillas para dormir

Cuando tienes dificultades para conciliar el sueño, las pastillas para dormir pueden parecer la solución perfecta. Sin embargo, es importante entender que tienen una lista extensa de riesgos y efectos secundarios significativos de los cuales debes estar consciente. 

Acostumbrarse a los medicamentos

Cuando tomas pastillas para dormir recetadas durante un período prolongado de tiempo, tu cuerpo se acostumbra al medicamento, lo que significa que necesitarás dosis cada vez más altas para lograr el mismo efecto inductor del sueño. Por esta razón, las pastillas para dormir no deben usarse a largo plazo. Deben tomarse según sea necesario y, si es posible, no programarse todas las noches. Lo ideal es no tomarlas por más de dos semanas, porque están diseñadas para ayudarte a restablecer un patrón de sueño normal, no para convertirse en una solución permanente.

Si te has vuelto demasiado dependiente de las pastillas para dormir, es posible que debas trabajar con un médico para reducir gradualmente la dosis. Algunos pacientes son referidos a un psicólogo para terapia que aborde los problemas subyacentes relacionados con el insomnio. También es posible que tu médico te conecte con un especialista en sueño para que aprendas sobre la higiene del sueño y mejores tu rutina antes de acostarte.

Dificultades para dejar las pastillas para dormir

Existe un motivo por el cual los médicos no recetan pastillas para dormir por más de dos semanas: si las tomas de forma continua, es posible que te vuelvas dependiente de ellas para conciliar el sueño. Una vez que te quedes sin tu prescripción, es probable que tu insomnio regrese con mayor intensidad. En estos casos, puede ser necesario trabajar con un médico para reducir gradualmente la dosis y permitir que tu cuerpo se ajuste progresivamente a tener menos y menos medicamento.

Es importante tener en cuenta que, al dejar de tomar las pastillas para dormir de forma repentina, también puedes enfrentar síntomas de abstinencia. Estos pueden incluir inquietud, ansiedad, temblores y náuseas. Por lo tanto, es crucial seguir las indicaciones y recomendaciones médicas al momento de reducir o eliminar el uso de pastillas para dormir.

No mezclar pastillas para dormir con otras sustancias

Debes evitar otros medicamentos que te produzcan somnolencia cuando estés tomando pastillas para dormir, esto incluye antihistamínicos, antidepresivos y medicamentos para la ansiedad que puedan tener un efecto sedante.

El consumo de alcohol también debe evitarse mientras estés tomando pastillas para dormir, ya que combinar dos o más sustancias que deprimen el sistema nervioso central puede provocar una disminución de la respiración e incluso la muerte. Si estás tomando otros medicamentos recetados para tratar una condición médica, es importante consultar con tu médico antes de agregar pastillas para dormir a la mezcla. Asimismo, si padeces enfermedades pulmonares crónicas como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), debes hablar con tu médico antes de usar cualquier ayuda para dormir, ya que estos medicamentos pueden agravar la disminución de la respiración.

Somnolencia y menos alerta

En general, las pastillas para dormir hacen que las personas se sientan somnolientas, mareadas y mentalmente menos alerta al día siguiente. Esto se conoce como el «efecto del día siguiente». Estos síntomas son especialmente agudos si no te das un período de ocho horas de descanso para eliminar los efectos del medicamento o si tomas otra dosis a mitad de la noche.

Según una encuesta realizada por Consumer Reports en 2018, aproximadamente el 40 por ciento de los estadounidenses que toman medicamentos para dormir de venta libre dijeron sentirse confundidos o somnolientos al día siguiente, mientras que otro 32 por ciento de los que toman medicamentos recetados experimentaron estos síntomas. También se presentaron problemas de estreñimiento, boca seca y dificultades para orinar.

Para combatir estos efectos secundarios, los médicos recomiendan seguir la dosis prescrita y evitar tomar una segunda dosis. Asegúrate al menos de dormir ocho horas, permitiendo que tu cuerpo elimine los efectos del medicamento para la mañana siguiente.

Comportamiento errático

Las pastillas para dormir aumentan el riesgo de accidentes debido a comportamientos erráticos, como el sonambulismo y la amnesia. Las parasomnias más comunes, que son comportamientos inusuales que las personas experimentan mientras duermen, incluyen el sonambulismo, hablar dormido, comer dormido y conducir dormido. Estos comportamientos se vuelven más comunes a medida que aumentas la dosis del medicamento, por lo que es importante tomarlo exactamente como se indica.

En algunos casos, al despertar, ni siquiera recordarás tus episodios de comportamiento, y esto se debe a que las pastillas para dormir deprimen el cerebro, limitando tu capacidad de pensar y recordar. Es comparable a recibir anestesia y despertar después de una cirugía, donde no eres consciente de las molestias o de haber despertado durante la noche.

Mayor riesgo de caídas

Las personas mayores que usan pastillas para dormir todas las noches tienen un riesgo mucho mayor de sufrir caídas y enfrentar lesiones como caderas fracturadas, golpes y moretones, según un estudio publicado en el Journal of Contemporary Pharmacy Practice en 2020. Este es un problema importante que las personas mayores deben tener en cuenta, pero los jóvenes también corren el riesgo de sufrir caídas durante la noche o temprano en la mañana.

Es bien sabido que todos estamos somnolientos en medio de la noche, y esto se intensifica con las pastillas para dormir. Si te levantas para ir al baño, puedes tropezar, caer y lastimarte. Esto es definitivamente un problema que debes tener en cuenta y tomar precauciones adicionales para evitar accidentes.

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Veronica Pereira

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