8 posiciones sexuales para estimular el punto G
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Encontrar el punto G puede parecer un desafío para algunos, pero la clave está en explorar, conocer tu cuerpo, y aprovechar las posiciones adecuadas que alinean el ángulo correcto de penetración. Por esa razón, vamos a sumergirnos en este universo sensorial para descubrir cómo intensificar el placer sexual a través de estas posiciones.
¿Dónde se encuentra el punto G?
El punto G no es un “botón” mágico escondido, sino más bien una zona erógena interna ubicada aproximadamente a unos dos o tres centímetros dentro de la vagina, en la pared frontal en dirección al ombligo. Algunas personas lo describen como una zona con textura diferente, parecida al techo de la boca que está conectada al sistema clitoriano interno, lo que explica por qué estimularla puede llevar a orgasmos intensos y, en algunos casos, al famoso fenómeno de la eyaculación femenina o “squirting”.
La importancia de experimentar primero en solitario
Antes de explorar con tu pareja, dedica tiempo a conocerte a ti misma. Usa tus dedos, uno o dos, haciendo un movimiento de “ven aquí”. Este gesto te ayudará a familiarizarte con la zona. Si quieres intensificar el placer, utiliza un juguete curvado, como un vibrador diseñado específicamente para el punto G. La lubricación es clave aquí, ya que facilita no solo el movimiento, sino también la relajación total del cuerpo.
La magia de la penetración con ángulos específicos
El secreto para alcanzar el punto G no está en la fuerza, sino en el ángulo. Por eso, elegir posiciones que permitan una penetración inclinada hacia la pared anterior de la vagina es esencial. Una posición común es levantar ligeramente las caderas utilizando una almohada o cojín de apoyo, lo que inclina la pelvis de manera que facilita el contacto con esta área sensible.
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Posiciones sexuales para estimular el punto G
La misión elevada
Esta versión mejorada del clásico misionero utiliza la ayuda de una almohada debajo de las caderas para dar elevación, que alinea la vagina con un ángulo que facilita la estimulación del punto G. Además, esta posición permite contacto visual cercano, creando un vínculo emocional profundo mientras exploran juntos el placer físico.
Vaquera con un giro
Estar encima te permite tomar el control total del ritmo y profundidad de la penetración. Pero aquí está el truco: en lugar de solo moverte hacia arriba y abajo, intenta hacer movimientos circulares o de adelante hacia atrás. Esta dinámica no solo estimula el punto G, sino que también multiplica la posibilidad de alcanzar orgasmos clitorianos externos al mismo tiempo.
Cuchara abierta
En esta posición de cucharita, el receptor se acuesta de lado mientras su pareja le penetra desde atrás. Para optimizar la estimulación, la persona que recibe puede levantar ligeramente su pierna superior, apoyándola en la cadera de quien penetra. Este simple ajuste permite una penetración más profunda y dirigida hacia el punto G, sin sacrificar la conexión íntima que caracteriza a la posición de cucharita.
Perro acostado
Imagínate una variación relajada del estilo perrito. En lugar de estar de rodillas, ambos se recuestan boca abajo, con la pareja receptora debajo. Colocar una almohada bajo la pelvis de la persona que recibe inclina su cuerpo, posicionando el punto G en el ángulo perfecto para recibir el estímulo. Esto combina la intensidad del perrito con la cercanía física de estar literalmente “piel a piel”.
Piernas al cielo (estilo Happy Baby)
Inspirada en la postura de yoga del mismo nombre, esta posición implica que el receptor esté de espaldas, levantando las piernas hacia el cielo y sosteniendo los pies. Quien penetra se posiciona encima, permitiendo una penetración profunda. Las piernas levantadas no solo facilitan el acceso al punto G, sino que también dejan el clítoris expuesto, perfecto para añadir estimulación externa con un vibrador o los dedos.
Usar juguetes sexuales como aliados
Si bien las posiciones mencionadas se centran en la penetración, no debemos subestimar el impacto que tienen los juguetes sexuales diseñados específicamente para el punto G. Un vibrador curvado puede lograr ángulos que son difíciles de replicar con el cuerpo humano. Además, combinarlos con sexo oral puede llevar al placer a un nivel completamente nuevo, activando tanto el clítoris como el punto G simultáneamente.
Claves para disfrutar más
- Relájate y respira: estar tensa puede dificultar el estímulo. Tómate tu tiempo para crear un ambiente cómodo.
- Usa lubricante: el lubricante no es opcional; es un accesorio imprescindible para explorar estas zonas erógenas con comodidad.
- Comunícate: nada enriquece más la experiencia que un diálogo honesto. Pregunta y comparte cómo te hace sentir cada movimiento.
Ya sea que prefieras posiciones clásicas o innovar con juguetes, el placer es personal y único para cada cuerpo. No te apresures, explora con curiosidad y disfruta de cada momento que compartas contigo misma o con alguien más.