9 actividades físicas para hacer después de los 60 años
A medida que nos hacemos mayores, es importante mantenernos activos y realizar ejercicio regularmente para mantener una buena calidad de vida y aunque pueda parecer que la edad es un impedimento para practicar ejercicio, la verdad es que no hay límite de edad para disfrutar de sus beneficios.
Antes de comenzar cualquier programa de ejercicios, es fundamental consultar con un profesional sanitario, como un médico o fisioterapeuta, para recibir una evaluación de nuestra condición física y obtener recomendaciones específicas. Sin embargo, existen algunas recomendaciones generales que podemos seguir si queremos practicar deporte
Calentamiento: dedica 5 o 10 minutos a calentar el cuerpo antes de comenzar cualquier ejercicio, esto ayudará a preparar los músculos y articulaciones para el esfuerzo físico.
Adaptación del ritmo: no es necesario batir ningún récord. Ajusta los ejercicios a tu ritmo y capacidades físicas, escuchando siempre a tu cuerpo y evitando el sobreesfuerzo.
Hidratación: bebe agua con regularidad durante el ejercicio para mantener una buena hidratación.
Cuidado de la respiración: intenta mantener una respiración continua y sin sobresaltos durante el ejercicio.
Distribución del ejercicio: si te cansas demasiado rápido, puedes probar a distribuir el ejercicio a lo largo del día en sesiones más cortas, por ejemplo, realizar paseos de 10 minutos varias veces al día.
Constancia: intenta ser constante en la práctica de ejercicio para que se convierta en un hábito beneficioso para tu salud. Establece una rutina y busca la manera de mantenerla a lo largo del tiempo.
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Ejercicios recomendados a partir de los 60 años
A continuación, presentamos algunos ejemplos de ejercicios recomendados para esta etapa de la vida:
Actividad aeróbica moderada
La actividad aeróbica moderada es aquella que eleva ligeramente la frecuencia cardíaca y la respiración. Algunas opciones de ejercicios aeróbicos moderados que se recomiendan para personas mayores de 60 años son:
Caminar rápido: una de las formas más sencillas y accesibles de ejercicio aeróbico. Puedes hacerlo al aire libre o utilizar una cinta de correr.
Nadar: la natación es una actividad de bajo impacto que ejercita todo el cuerpo y no pone presión en las articulaciones.
Paseos en bicicleta: si tienes acceso a una bicicleta, realizar paseos en bicicleta puede ser una excelente opción para ejercitar el corazón y los músculos de las piernas.
Bailar: bailar es una actividad divertida que también puede ser muy beneficiosa para la salud cardiovascular. Puedes unirte a clases de baile o simplemente poner música y moverte en casa.
Actividad aeróbica intensa
La actividad aeróbica intensa es aquella que aumenta significativamente la frecuencia cardíaca y la respiración. Algunas opciones de ejercicios aeróbicos intensos que se recomiendan para personas mayores de 60 años son:
Bailar enérgicamente: si te gusta bailar, puedes optar por rutinas de baile más enérgicas que te hagan moverte con mayor intensidad.
Correr: si tienes una buena condición física y no tienes problemas articulares, correr puede ser una opción para ejercitar el corazón y mejorar la resistencia cardiovascular.
Ejercicio en máquinas cardiovasculares: si tienes acceso a un gimnasio, puedes utilizar máquinas como la elíptica o la bicicleta estática para realizar ejercicios más intensos.
Fortalecimiento muscular
El fortalecimiento muscular es importante a cualquier edad, pero cobra especial relevancia a partir de los 60 años para mantener la masa muscular y prevenir la pérdida de fuerza.
Levantamiento de pesas: utiliza pesas ligeras o bandas de resistencia para trabajar los diferentes grupos musculares del cuerpo.
Ejercicios de resistencia: utiliza tu propio peso corporal para realizar ejercicios como las sentadillas, las flexiones de brazos o los abdominales.
Clases de fuerza: puedes unirte a clases grupales de entrenamiento de fuerza en gimnasios o centros deportivos.
Equilibrio y flexibilidad
El equilibrio y la flexibilidad son aspectos importantes a tener en cuenta a medida que envejecemos, ya que nos ayudan a prevenir caídas y mantener una buena movilidad.
Tai Chi: El Tai Chi es una disciplina que combina movimientos suaves y fluidos con técnicas de respiración y relajación y s especialmente beneficioso para mejorar el equilibrio y reducir el riesgo de caídas.
Yoga: el yoga es una práctica que combina posturas físicas, respiración y meditación.
Estiramientos: realiza estiramientos suaves y mantenidos para mejorar la flexibilidad de los músculos y las articulaciones.