Gemelos idénticos siguen dietas opuestas durante 12 semanas y los resultados son sorprendentes

Cuando se trata de nutrición, la eterna pregunta parece ser: ¿es mejor una dieta alta en carbohidratos o en grasas? Para responder a esta incógnita, Hugo y Ross Turner, hermanos gemelos idénticos y aventureros del Reino Unido, se sometieron a un experimento de 12 semanas. Con genéticas prácticamente idénticas, dietas controladas y entrenamientos similares, los resultados ofrecen pistas fascinantes para quienes buscan optimizar su rendimiento físico y bienestar.
Dos enfoques nutricionales, un mismo objetivo
Hugo adoptó una dieta alta en grasa y baja en carbohidratos, basada en alimentos como aguacates, frutos secos y aceite de oliva. Por su parte, Ross siguió una dieta alta en carbohidratos y baja en grasas, priorizando alimentos como pasta, arroz y pan. Ambos consumieron alrededor de 3,500 calorías al día, complementadas con batidos de proteínas y un régimen de ejercicios que combinaba cardio y entrenamiento de fuerza.
Aunque los dos comenzaron el experimento en condiciones físicas similares, los resultados mostraron diferencias claras, tanto en energía como en composición corporal.
La experiencia de Ross: más energía con carbohidratos
Ross, quien siguió la dieta alta en carbohidratos, reportó niveles de energía más estables y un mejor desempeño durante los entrenamientos cardiovasculares. Al final de las 12 semanas, ganó 1 kilogramo de masa muscular, perdió 2 kilogramos de grasa y redujo su grasa visceral, un tipo de grasa interna asociada con enfermedades crónicas. Además, sus niveles de colesterol mejoraron.
Sin embargo, admitió que hubo momentos en que extrañaba las texturas y sabores de los alimentos grasos. Pequeñas indulgencias como un pedazo de chocolate oscuro lo ayudaron a mantenerse en el plan sin sentir demasiada privación.

Hugo con una dieta alta en grasas: ¿sacrificio por fuerza?
La dieta alta en grasas de Hugo le permitió ganar 3 kilogramos de masa muscular, más que Ross, pero con un costo inesperado: se sintió sin energía y tuvo dificultades para mantener la intensidad en los entrenamientos de resistencia. A pesar de las calorías suficientes, nunca se sintió realmente satisfecho, lo que lo dejó luchando contra el hambre constante.
Sus resultados fueron más mezclados. Aunque ganó músculo, perdió apenas 0.6 kilogramos de grasa corporal y su grasa visceral aumentó de 11.4% a 12.6%, un cambio preocupante que podría implicar riesgos para la salud si se mantuviera a largo plazo.
Rendimiento físico: un empate en fuerza, pero no en resistencia
Ambos hermanos mejoraron su fuerza general, logrando resultados similares en ejercicios como sentadillas y press de banca. Sin embargo, las diferencias aparecieron en las pruebas cardiovasculares. Ross mostró una mayor capacidad para mantener el ritmo en ejercicios de alta intensidad, mientras que Hugo, con su dieta alta en grasas, luchaba por mantener la resistencia.
Según los expertos que monitorearon el experimento, esto podría explicarse por la eficiencia del cuerpo al convertir carbohidratos en energía rápida, especialmente durante sesiones de ejercicio intenso.

¿Qué dicen los expertos sobre estas dietas?
Los científicos deportivos que supervisaron el experimento destacaron que tanto las dietas altas en grasas como las altas en carbohidratos pueden proporcionar beneficios físicos. Sin embargo, el impacto sobre la energía y el bienestar general podría depender de factores individuales, como el tipo de ejercicio y las necesidades metabólicas.
Estudios recientes también sugieren que dietas drásticamente restrictivas —ya sea limitando carbohidratos o grasas— pueden estar asociadas a mayores riesgos de salud a largo plazo, incluyendo enfermedades cardíacas y tasas más altas de mortalidad por cáncer. Esto refuerza la idea de que una dieta equilibrada es clave para una salud sostenible.
¿Cuál es la mejor dieta para ti?
No hay una respuesta universal. Mientras que un enfoque alto en carbohidratos benefició a Ross con energía constante y mejoras cardiovasculares, la dieta alta en grasas de Hugo ofreció ventajas en ganancia muscular, aunque con déficits notables en términos de energía y bienestar.
Lo que está claro es que las necesidades nutricionales varían de persona a persona. No todas las dietas “de moda” funcionan para todos, y la clave está en adaptar un plan que apoye tus objetivos y estilo de vida. Desde deportistas de alto rendimiento hasta quienes buscan mejor salud general, escuchar a tu cuerpo y recurrir a orientación profesional puede marcar la diferencia.
Así que antes de sumarte a la próxima tendencia dietética, pregúntate: ¿esto se adapta a mis necesidades y a cómo quiero sentirme cada día? Porque una dieta que te deja sin energía no es una solución, es solo otro obstáculo.