¿Es normal que las parejas casadas casi nunca tengan sexo?

Cuando la frecuencia de las relaciones sexuales disminuye drásticamente en el matrimonio, algunos se preguntan si esto es natural, un problema o simplemente parte de las dinámicas de vida en pareja. Hoy analizaremos este tema para entenderlo mejor.
¿Qué es un matrimonio sin sexo?
Un matrimonio se considera “sin sexo” cuando las relaciones sexuales ocurren menos de una vez al mes o son prácticamente inexistentes. Estudios recientes estiman que entre el 15% y el 20% de los matrimonios caen en esta categoría. Sin embargo, esto no implica automáticamente que la relación esté condenada al fracaso.
Es importante recordar que la intimidad en una pareja no se basa únicamente en el sexo, aunque este juega un papel clave para muchos. Hay diferentes razones por las que la actividad sexual puede disminuir, y entenderlas es un primer paso para abordar la situación.
¿Por qué las parejas dejan de tener sexo?
La falta de actividad sexual puede deberse a varias razones. Aquí te presentamos algunas de las más comunes:
- Falta de tiempo o agotamiento: el estrés diario y la rutina suelen apagar el deseo. Entre el trabajo, los hijos y otras responsabilidades, encontrar un momento para la intimidad puede parecer todo un desafío.
- Problemas emocionales no resueltos: los conflictos, heridas del pasado o resentimientos pueden bloquear el deseo sexual. La intimidad física está intrínsecamente ligada a la conexión emocional.
- Diferencias en el deseo sexual: en toda relación, es normal que uno de los dos tenga deseos más frecuentes que el otro. Si no se comunica abiertamente, esto puede generar fricciones.
- Razones de salud: condiciones físicas o psicológicas como depresión, disfunción eréctil o cambios hormonales pueden interferir con el deseo.
- Monotonía: con el tiempo, las parejas pueden caer en una rutina que les hace ver el sexo como algo aburrido o poco emocionante.
Cada pareja es única, así que comprender la causa específica es esencial para encontrar una solución.
¿Es motivo de alarma la falta de sexo?
No necesariamente. Para muchas parejas, la falta de sexo no es un problema siempre y cuando ambos estén satisfechos con el nivel de intimidad en su relación. Sin embargo, si uno o ambos sienten insatisfacción, dolor emocional o desconexión, entonces puede ser algo a evaluar.
Hablar con tu pareja abiertamente sobre tus necesidades y preocupaciones puede ayudar a evitar que pequeños problemas se conviertan en barreras más grandes.
Por otro lado, es común que algunas parejas sientan presión por cumplir con las expectativas culturales o sociales sobre la frecuencia “adecuada” de relaciones sexuales. Pero lo más importante es lo que funciona para cada pareja y no compararse con otros.

Cómo abordar un matrimonio con poca (o nula) actividad sexual
Afortunadamente, hay formas de trabajar en esta área sin caer en presiones externas. Aquí hay algunas ideas:
Redefine qué significa intimidad
Pequeños actos de cercanía como abrazos, besos o incluso simplemente sostenerse la mano pueden fortalecer la conexión entre la pareja. Estos gestos pueden reavivar la chispa y construir una base sólida para una relación más íntima.
Habla abiertamente con tu pareja
Hablar sobre lo que cada uno necesita, siente o desea ayuda a reducir tensiones. Sé sincero pero también respetuoso; abordar el tema sin culpas o reproches es fundamental.
Busca ayuda profesional
Si hablar por tu cuenta no es suficiente, considera acudir juntos a terapia de pareja o consejería sexual. Un especialista puede ofrecer nuevas perspectivas y estrategias para mejorar la dinámica de la relación.
Prioriza el tiempo para la intimidad
En ocasiones, la rutina mata el romance. Programar citas nocturnas o escapadas ocasionales puede ser un excelente primer paso para reconectar.
Atiende cuestiones de salud
Si hay problemas médicos o emocionales involucrados, no dudes en buscar orientación profesional. A veces, resolver estos temas devuelve el interés por la intimidad.
¿Puede sobrevivir un matrimonio sin sexo?
Algunas parejas pueden vivir plenamente y sentirse conectadas emocionalmente incluso sin actividad sexual. Para otros, esto podría ser un factor importante que afecta su bienestar. La satisfacción mutua y las expectativas compartidas son los elementos clave.
El matrimonio es una asociación basada no solo en atracción física, sino en amor, confianza y compañerismo. Mientras exista comunicación abierta y compromiso, es posible fortalecer la relación incluso en circunstancias difíciles.