Esto es lo que ocurre en el cuerpo antes y después de morir

El proceso de la muerte, un tema tan inevitable como misterioso, está lleno de cambios físicos y químicos que transforman al cuerpo humano. Estas transiciones no solo nos acercan al final de la vida, sino que responden a preguntas que han intrigado a científicos y pensadores por siglos. ¿Qué pasa realmente en el cuerpo antes y después de morir?
Antes de la muerte: señales y transformaciones
El cuerpo comienza a mostrar cambios físicos y emocionales a medida que se aproxima el final. Este estado, conocido como el proceso de muerte activa, puede durar horas o días, dependiendo de la condición médica. Entre las señales más comunes destacan:
Debilidad extrema y somnolencia: la energía disminuye drásticamente, lo que provoca un estado de cansancio constante. En esta etapa, muchos pacientes pasan más tiempo dormidos que despiertos.
Cambios en la respiración: la respiración suele tornarse irregular, a veces conocida como el “aleteo de la muerte“. Puede haber pausas prolongadas entre respiraciones, causando angustia a los familiares presentes.
Disminución en la temperatura corporal: los extremos del cuerpo, como manos y pies, se enfrían al reducirse la circulación sanguínea. En muchos casos, la piel adquiere un tono azulado o con manchas violáceas.
Alteraciones en la conciencia: las personas pueden experimentar confusión, delirios o incluso un estado de calma. En algunos casos, reportan sensaciones de paz o experiencias místicas que generan debate en la comunidad científica.
Al momento de la muerte: el cese de las funciones vitales
La muerte clínica sucede cuando cesa el ritmo cardíaco y la respiración. Inmediatamente después, el cuerpo atraviesa lo que se conoce como muerte biológica. Esta etapa marca el inicio de una serie de eventos que transforman cada célula y tejido del organismo:
El corazón se detiene y la sangre deja de circular: esto provoca una falta de oxígeno que causa el colapso de las funciones corporales.
El cerebro se apaga por completo en cuestión de segundos: las ondas cerebrales desaparecen y con ello se pierde la consciencia.
A pesar de que estos procesos parecen definitivos, algunos tejidos permanecen activos de manera breve. Por ejemplo, las células de la piel o del sistema inmunológico pueden funcionar por unas horas más.

Después de la muerte: descomposición y cambios visibles
El cuerpo humano, una vez muerto, entra en un estado de descomposición que sigue un orden específico. Esto no solo es crucial para entender el ciclo de la vida, sino que también ayuda en investigaciones forenses a identificar el tiempo de fallecimiento. Las siguientes fases destacan en este proceso:
Relax inicial de los músculos: justo después de morir, los músculos del cuerpo se relajan completamente. Esto puede provocar el colapso de algunos órganos y cambios en la postura.
Rigor mortis: de dos a seis horas tras la muerte, los músculos comienzan a ponerse rígidos debido a la acumulación de calcio en las fibras musculares. Este proceso, conocido como rigor mortis, se disipa a las 24 o 48 horas.
Livor mortis: la sangre, al no ser bombeada, se acumula en las áreas más bajas del cuerpo por efecto de la gravedad, dejando manchas púrpuras características. Este fenómeno también ayuda a determinar la posición en que murió la persona.
Algor mortis: es el enfriamiento gradual del cuerpo. La temperatura cae aproximadamente 1 °C por hora hasta igualarse con la temperatura ambiente.
Autolisis: sin oxígeno, las enzimas almacenadas en las células comienzan a digerir tejidos internos. Este proceso es el inicio de la descomposición.
Putrefacción: las bacterias intestinales, al no estar controladas por el sistema inmunológico, comienzan a descomponer el cuerpo a un ritmo mucho más rápido. Esto genera gases que provocan hinchazón y olores fuertes.
Algunas curiosidades post-mortem
El cuerpo humano no deja de sorprender, incluso después del fallecimiento. Algunos fenómenos curiosos que ocurren son:
Movimiento muscular: aunque el cerebro ya no controla los músculos, estos pueden contraerse durante las primeras horas debido a impulsos nerviosos residuales.
Actividad celular: estudios recientes han descubierto que ciertos genes siguen activos después de la muerte, incluidos aquellos relacionados con la inflamación y la respuesta al estrés.
Cambios en la apariencia: la piel se retrae al secarse, creando la ilusión de que las uñas y el cabello continúan creciendo.
¿Consciencia después de morir?
Una de las áreas más controvertidas es la conciencia post-mortem. Algunas investigaciones sugieren que el cerebro puede experimentar actividad hasta 10 minutos después de que el corazón dejó de latir. En esos instantes finales, algunas personas han reportado experiencias inusuales como una luz brillante o la sensación de flotar. Sin embargo, estas percepciones aún son objeto de debates científicos y filosóficos.