Detenido un turista por dejar una lata de Coca Cola a la tribu más aislada del mundo

El reciente arresto de Mykhailo Viktorovych Polyakov, un turista estadounidense de 24 años, ha puesto de nuevo en el punto de mira la delicada situación de la tribu Sentinelese, una de las comunidades más aisladas del mundo. ¿Qué llevó a este joven a arriesgar su libertad?
Los Sentinelese son un grupo indígena que habita la isla Sentinel del Norte, ubicada en el archipiélago de las islas Andamán y Nicobar, en la India. Esta comunidad ha rechazado sistemáticamente todo tipo de contacto con el mundo exterior, manteniéndose aislada durante miles de años. Su forma de vida está profundamente conectada con su entorno natural, utilizando herramientas rudimentarias y cazando con arcos y flechas.
Lo que hace a estos habitantes únicos es su resistencia a cualquier acercamiento externo, no solo para proteger su cultura, sino también para resguardarse de enfermedades para las cuales no tienen inmunidad, como el sarampión o la gripe. Por ello, el gobierno de la India ha establecido restricciones estrictas, incluyendo una zona de exclusión de 5 kilómetros alrededor de la isla.
El intento de Mykhailo Polyakov
Mykhailo Polyakov hizo caso omiso de estas prohibiciones. Según informes, el turista llegó a la isla el 29 de marzo de 2025 con una “ofrenda” que incluía una lata de Coca Cola y un coco. Además, utilizó un silbato para llamar la atención de los isleños. Este intento ingenuo y poco informado no solo lo puso en peligro a él, sino también a la comunidad Sentinelese.

El arresto ocurrió después de que Polyakov regresara a tierra firme, donde fue avistado por pescadores locales. Esta no era la primera vez que intentaba adentrarse en Sentinel del Norte; informes señalan que en octubre de 2024 y en enero de este año también intentó acercarse utilizando métodos similares.
Asimismo, en 2018, el misionero estadounidense John Allen Chau intentó evangelizar a los Sentinelese y terminó siendo atacado y asesinado. Estos incidentes no solo representan riesgos individuales, sino que también plantean problemas éticos y de salud pública.
La ley está de su lado
El acceso a la isla está estrictamente prohibido por las autoridades indias y cualquier intento de ingreso es considerado una violación grave del Regulation of Restricted Areas, diseñado para proteger tanto a los Sentinelese como a las personas externas de posibles choques culturales y sanitarios.
La legislación también busca preservar esta comunidad como parte del patrimonio cultural y humano de la humanidad. Sin embargo, el desafío reside en cómo hacer cumplir estas regulaciones en un mundo cada vez más conectado, donde la curiosidad y la falta de sensibilidad pueden llevar a decisiones imprudentes.
¿Por qué sigue ocurriendo?
Casos como este suelen venir acompañados de un contexto de ignorancia y, en algunos casos, un deseo de atención mediática. Polyakov, por ejemplo, ha sido descrito como una persona con antecedentes de intentos repetidos de acercarse a la isla, lo que lleva a cuestionar si su motivación iba más allá de una simple curiosidad.
Es común ver cómo algunas personas ignoran las implicaciones éticas de sus acciones, priorizando su propia experiencia o el deseo de documentarla a través de redes sociales. Respetar a los Sentinelese es más que una cuestión legal; es un acto de preservación cultural, empatía y responsabilidad.