Esta es la ‘prueba de la escalera’, el método más sencillo para medir la salud cardíaca

La salud del corazón es un tema clave en la medicina preventiva, y cada vez más, la ciencia busca formas prácticas de evaluarla en la vida cotidiana. Entre esas herramientas útiles y accesibles está la ‘prueba de la escalera’, un método simple que ofrece pistas esenciales sobre la salud cardiovascular sin necesidad de equipos sofisticados ni largas consultas médicas.
¿En qué consiste la prueba de la escalera?
La prueba básicamente implica subir 60 escalones, lo que equivale a aproximadamente cuatro tramos de escaleras, y medir el tiempo que se tarda en completarlos. Según investigaciones realizadas por el Hospital Universitario de A Coruña, bajo la dirección del doctor Jesús Peteiro, completar esta tarea en menos de un minuto es un fuerte indicador de una buena salud cardíaca.
Por el contrario, si hacer esta misma actividad toma más de 90 segundos, esto podría ser un signo de alerta sobre posibles problemas cardíacos, como enfermedades arteriales o una menor capacidad de ejercicio. Este hallazgo convierte a la prueba en una herramienta útil para evaluar el estado del corazón de forma práctica y rápida.
El respaldo científico
El estudio realizado incluyó a 165 pacientes con enfermedades coronarias confirmadas o sospechadas. Cada uno de ellos realizó una prueba de esfuerzo en cinta caminadora, seguida de la prueba de la escalera. Los investigadores encontraron que el tiempo que los participantes tardaban en subir los escalones estaba directamente relacionado con su capacidad metabólica, medida en equivalentes metabólicos (METs).
Resultados destacados: las personas que completaron la prueba en 40-45 segundos alcanzaron niveles superiores a 9-10 METs, lo que está asociado con tasas menores de mortalidad. Aquellos que tardaron más de 1 minuto y 30 segundos lograron menos de 8 METs, lo cual está vinculado con un riesgo mayor de mortalidad.
El hallazgo clave es que subir escaleras rápidamente refleja un corazón más fuerte y eficiente, mientras que tomar más tiempo podría indicar cierta disfunción en el sistema cardiovascular.
¿Por qué este método funciona?
Subir escaleras no solo exige resistencia física, sino también una buena coordinación entre el sistema respiratorio, los músculos y, sobre todo, el corazón. Este movimiento combina fuerza y resistencia cardiovascular, lo que lo convierte en una evaluación sencilla pero significativa.
A diferencia de pruebas más costosas o complejas, la prueba de la escalera no requiere preparación previa ni equipo especializado. Además, su simplicidad permite que cualquier persona la realice en el hogar o en espacios comunes.

¿Quién debería realizar este test?
Aunque puede realizarse como una autoevaluación, este método es particularmente útil para personas que desean:
- Monitorear su salud cardiovascular sin acudir a pruebas de laboratorio.
- Detectar signos tempranos de problemas cardíacos.
- Incorporar un indicador práctico dentro de sus rutinas físicas.
Es importante destacar que esta prueba no reemplaza los exámenes clínicos realizados por especialistas. En cambio, puede servir como un complemento valioso para identificar la necesidad de exámenes adicionales si los resultados no son favorables.
Indicadores y preocupaciones a tener en cuenta
En este test, no solo importa el tiempo registrado; también es crucial prestar atención a señales que podrían indicar que algo no está bien. Sentir un cansancio extremo, dolor en el pecho, falta de aliento inusual o mareos durante o justo después del ejercicio puede ser señal de problemas cardiovasculares subyacentes. En estos casos, es recomendable consultar a un médico.
Otro dato esencial es que los pasos deben subirse de forma fluida y sin detenerse para obtener una evaluación realista. Tomar descansos, detenerse o apoyarse excesivamente en barandillas podría alterar los resultados.
Limitaciones del método
Aunque el test ofrece una aproximación útil, no debe considerarse como un diagnóstico definitivo. Los resultados simplemente indican una tendencia y necesitan complementarse con evaluaciones más profundas en caso de duda. Por ejemplo, un electrocardiograma o una prueba de esfuerzo clínica brindan una imagen más completa sobre la salud del corazón.
Además, factores como la edad, el peso corporal o condiciones preexistentes, como la artritis o problemas respiratorios, también pueden influir en el rendimiento durante esta prueba. Por ello, siempre es recomendable interpretar los resultados teniendo en cuenta el contexto personal de cada individuo.
¿Es la prueba adecuada para todos?
Si bien es accesible y simple, este test no es aconsejable para quienes tienen enfermedades crónicas o limitaciones físicas significativas. Por ejemplo, personas con artrosis avanzada o lesiones musculares graves podrían encontrar difícil ejecutar la prueba con seguridad. En esos casos, deben explorarse alternativas adaptadas en consulta con un médico.