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Sexo y relaciones

Esta postura sexual es la causa más común de fracturas de pene. ¡Y probablemente la hayas probado!

Pocas personas piensan en el riesgo de lesiones durante relaciones, pero ciertas posiciones pueden llevar a accidentes. Entre todos ellos, la fractura de pene se posiciona como una de las urgencias más impactantes y dolorosas relacionadas con la actividad sexual.

Aunque no hay huesos en el pene, un movimiento brusco puede causar una rotura interna en su estructura, con consecuencias físicas y emocionales nada agradables. Sorprendentemente, la posición que provoca más fracturas de pene es una de las favoritas, repetida por muchas parejas, y no suele asumirse como peligrosa en el entusiasmo del momento.

Fractura de pene: ¿qué es realmente?

A pesar del nombre, no se trata de una fractura ósea, puesto que el pene no está hecho de hueso, pero sí de tejidos elásticos que en erección quedan bajo presión. Durante la excitación, los cuerpos cavernosos —tubos que se llenan de sangre y permiten la erección— son el punto débil si se produce un golpe repentino o si el pene se dobla.

La tunica albugínea, una membrana que recubre los cuerpos cavernosos, puede romperse ante un impacto. Esto se siente como un chasquido audible, seguido de dolor intenso, pérdida de erección, hinchazón y un cambio repentino de color que muchos describen como “efecto berenjena”. Todo esto puede asustar tanto que hasta el deseo desaparece al instante.

Las fracturas de pene, aunque poco frecuentes, requieren atención inmediata, porque dejar pasar el tiempo solo empeora la recuperación, aumentando el riesgo de complicaciones como la curvatura permanente o la disfunción eréctil.

¿Cuál es la posición sexual más peligrosa para el pene?

La ciencia ha hablado claro y los casos atendidos en hospitales, sumados a varios estudios internacionales, muestran que la posición de la “vaquera invertida” encabeza las estadísticas de fracturas de pene. En esta posición, la pareja se coloca arriba, usualmente de espaldas a quien penetra, teniendo el control total sobre los movimientos. Esta combinación de control y ángulo puede llevar a problemas: si el pene sale y se produce una penetración fallida, el impacto puede ser directo y extremadamente doloroso.

El problema con la “vaquera invertida” está en la falta de control por parte de quien tiene el pene erecto. Cualquier movimiento descoordinado o cambio de ritmo puede provocar que el miembro se deslice y golpee contra el perineo o hueso púbico de la pareja. Así, el riesgo de doblar el pene violentamente aumenta.

Otras posiciones, como el “perrito” y el clásico “misionero” con movimientos intensos, también han sido señaladas como peligrosas. Pero la “vaquera invertida” supera a todas ellas, acumulando hasta la mitad de los casos reportados.

Síntomas y señales de alerta tras un accidente sexual

Reconocer cuándo ha ocurrido una fractura es sencillo, aunque puede ser tan impactante que la persona entra en shock. Los signos principales incluyen:

Ante estos síntomas, la acción más inteligente es acudir de inmediato al hospital, ya que no es buena idea esperar ni buscar remedios caseros, ya que el tejido dañado necesita un diagnóstico y en la mayoría de los casos cirugía para cerrar la ruptura.

Tratamiento y recuperación

El diagnóstico suele confirmarse con un examen físico y, en algunos casos, con ecografía o resonancia magnética. Si la uretra está comprometida, pueden ser necesarios estudios adicionales.

El mejor tratamiento es la cirugía temprana, idealmente dentro de las primeras 48 horas. Esto previene deformidades permanentes y ayuda a recuperar la función eréctil completa. Tras la operación, se recomienda abstenerse de actividades sexuales durante al menos seis semanas.

La mayoría de las personas pueden volver a tener relaciones sin problemas si siguen las indicaciones médicas. Pero ignorar el problema o tratarlo tarde puede llevar a curvaturas o incluso a la pérdida del placer sexual.

Asimismo, hablar sobre estos accidentes no significa tenerle miedo al sexo. El conocimiento da poder sobre nuestro cuerpo y ayuda a vivir la sexualidad de forma más libre y divertida. Cuidarse implica, entre otras cosas:

  • Mantener una comunicación clara y honesta con la pareja.
  • Evitar movimientos violentos o descontrolados, sobre todo en posiciones de alto riesgo.
  • Usar lubricantes para minimizar la fricción y facilitar los movimientos.
  • Atender cualquier dolor, chasquido o molestia durante el sexo como una verdadera señal de alarma.

La sexualidad placentera y segura es una meta realista. Prestar atención a la forma en que se juega y disfrutar del momento con responsabilidad puede evitar accidentes y fortalecer la confianza entre las parejas.

El sexo está para disfrutarse, no para salir corriendo al hospital. Recuerda que una conversación a tiempo puede salvar más que una noche de pasión: puede garantizarte muchas noches felices y sin dolor.

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Veronica Pereira

Veronica siempre ha tenido una pasión por la escritura desde su infancia; hija del padre de un médico y madre naturópata, siempre ha estado inmersa en remedios naturales; se ha convertido en correctora/editora de libros de medicina y escritora independiente para blogs que tratan sobre medicina en general o sobre prevención en particular.

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