El desayuno es quizás la comida más importante del día, ya que proporciona nutrientes al cuerpo después de largas horas de sueño, y también reinicia el metabolismo que ha estado menos activo durante toda la noche.
A menudo tendemos a descuidar su utilidad, ya que la escasez de tiempo nos obliga a pasar rápidamente a la barra para tomar el clásico café con cruasanes y luego irnos, o peor aún, omitir el desayuno.
El desayuno: Investigaciones.
Según un estudio realizado en la Facultad de Medicina de la Universidad de So Paulo en Brasil y publicado en la revista Scientific Reports, los niños que no desayunan tienen más probabilidades de volverse obesos en la edad adulta.
Los autores de la investigación llegaron a estas conclusiones después de analizar los datos de 991 adolescentes brasileños con edades comprendidas entre 14 y 18 años y de integrarlos con los de un estudio europeo que involucró a 3.528 adolescentes en 10 ciudades.
Los participantes tenían entre 12 y 17 años y se estratificaron por edad, sexo, región y estado socioeconómico.
Resultados de la investigación
Del análisis de los datos surgió que los niños que solían saltarse el desayuno tenían una cintura más grande que los niños acostumbrados a desayunar.
El estudio también mostró un mayor sedentarismo de las niñas brasileñas en comparación con las niñas europeas que son menos sedentarias que los hombres europeos.
Aquellos que no están acostumbrados a desayunar, en la práctica, tienden a tener hábitos de vida menos saludables, a comer mal y dormir menos de lo que deberían, y por esta razón están más predispuestos a desarrollar obesidad en la edad adulta.
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