¿Es recomendable guardar los huevos en la nevera?
Los huevos son un alimento básico y versátil que ha formado parte de la dieta humana desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, aún existen debates y creencias erróneas sobre la mejor manera de conservarlos en el hogar. Algunos creen que dejarlos a temperatura ambiente es lo más apropiado, mientras que otros prefieren almacenarlos en el refrigerador. En este artículo, exploraremos a fondo este tema, analizando la evidencia científica y las recomendaciones de expertos para determinar la forma más adecuada de guardar los huevos y mantenerlos frescos.
La naturaleza porosa de la cáscara del huevo
Una de las características clave de los huevos es su cáscara porosa, que cuenta con entre 7,000 y 15,000 microscópicos poros. Estos poros permiten el intercambio gaseoso con el exterior, pero también los vuelven vulnerables a la contaminación por agentes externos.
Para proteger al huevo, la naturaleza ha dotado a la cáscara con una especie de membrana o cutícula viscosa que se forma en el momento de la puesta. Esta capa protectora es crucial para mantener la frescura y evitar el ingreso de bacterias y otros patógenos. Por ello, es importante nunca lavar los huevos antes de guardarlos, pues esto destruiría esta valiosa cubierta.
Refrigeración: ¿sí o no?
Existe un debate constante sobre si los huevos deben o no almacenarse en el refrigerador. Quienes argumentan que sí, lo hacen con la idea de que la humedad del frigorífico podría ingresar al huevo a través de esos poros y propiciar la contaminación. Por otro lado, quienes defienden guardarlo a temperatura ambiente señalan que así se evitan cambios bruscos de temperatura que podrían dañarlo.
Sin embargo, la evidencia científica parece inclinar la balanza a favor de la refrigeración. Según especialistas, el verdadero riesgo radica en los cambios de temperatura, pues estos pueden hacer «sudar al huevo», facilitando el crecimiento de bacterias y la entrada de contaminantes a través de la cáscara porosa.
Cómo refrigerar correctamente los huevos
Si bien la recomendación general es almacenar los huevos en el refrigerador inmediatamente después de su compra, es importante tener en cuenta algunas consideraciones:
Evitar la puerta del refrigerador
Las hueveras ubicadas en la puerta del refrigerador no son el mejor lugar para guardar los huevos, ya que esta zona está más expuesta a fluctuaciones de temperatura con la apertura y cierre constante. Lo ideal es colocarlos en una balda intermedia o superior, lejos de alimentos con olores fuertes.
Mantener la temperatura adecuada
En verano, la temperatura del refrigerador debe mantenerse por debajo de los 4°C para asegurar la conservación óptima de los huevos. Esto ayuda a ralentizar el crecimiento de microorganismos y evitar la condensación de humedad.
Respetar el envase original
No es necesario transferir los huevos a un recipiente adicional. Conservarlos en su propio envase nos permitirá acceder a información relevante como tamaño, origen, fecha de caducidad, entre otros.
Evitar la humedad
Es crucial verificar que el envase de los huevos no genere condensación dentro del refrigerador, pues esto podría propiciar el desarrollo de hongos.
Diferencias entre países
En España y la mayoría de países europeos, los huevos se venden a temperatura ambiente en los comercios, pero se recomienda refrigerarlos al llegar a casa. Esto se debe a que, al no estar lavados previamente, aún conservan la capa protectora natural que les permite soportar mejor los cambios de temperatura.
Por el contrario, en países como Estados Unidos, Canadá y Japón, los huevos se exponen refrigerados en los supermercados, ya que allí sí se lavan antes de su comercialización. Al perder esa capa protectora, deben mantenerse siempre en frío para evitar la contaminación.
Vida útil de los huevos
Independientemente de dónde se guarden, los huevos tienen una vida útil limitada. Si se mantienen en el refrigerador, pueden conservarse hasta 4 o 5 semanas. En cambio, a temperatura ambiente, su tiempo máximo de consumo se reduce a 1 o 2 semanas.
Es importante tener en cuenta que, si un huevo se rompe o presenta grietas, debe descartarse de inmediato, pues podría haber contaminado a los demás. Asimismo, si se sacan del refrigerador, no deben dejarse expuestos a temperatura ambiente por mucho tiempo antes de ser utilizados.
Preparación previa al consumo
Aunque los huevos se deben refrigerar sin lavar, sí es recomendable hacerlo justo antes de su uso. De esta manera, se elimina cualquier suciedad o residuo sin afectar la capa protectora. Incluso, se puede desinfectar la cáscara con un producto adecuado por si se cuela algún trozo al momento de cocinar.