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¿Qué alternativa de la leche de vaca es mejor para nuestra salud?

Para satisfacer las necesidades de todos los consumidores, incluidos aquellos con alergias, intolerancias y problemas éticos, ahora existen varios tipos de leche disponibles en el mercado, alternativas válidas de origen vegetal que pueden cumplir muy bien papel que ocupa la leche de vaca tradicional.

La leche de vaca es rica en muchos nutrientes, ¿Cómo elegir una alternativa igual de buena?

Pero de todos los tipos de leche ¿Cuál es la mejor para nuestra salud? Esta es una pregunta que al día de hoy no tiene una respuesta clara, ya que las diferentes características de estas bebidas hacen a una más adecuada que otra dependiendo de las necesidades de cada consumidor.

Por eso es importante conocer las características de este tipo de leches para poder elegir la que realmente nos conviene. Cabe resaltar que, en caso de patologías y trastornos de la alimentación, lo mejor es ir directamente con un médico o nutricionista para recibir una mejor asesoría.

La leche fresca de vaca es la más rica en nutrientes, también brinda vitamina B12, vitamina A, vitamina D, riboflavina (B2), zinc, fósforo y yodo. Además, la leche es una clara fuente de proteínas, ya que contiene los 9 aminoácidos esenciales para nuestro cuerpo y, por si fuera poco, la leche juega un papel importante en la salud de los huesos, gracias a su alto contenido de calcio según numerosos estudios.

Una buena alternativa: la leche de soja

La leche de soja está hecha de soja molida o polvo de proteína de soja disuelta en agua con aceites vegetales, se enriquece con vitaminas y minerales, incluido el calcio. La soja es una buena fuente de proteínas vegetales, carbohidratos y vitaminas B, además de contener más proteínas que otras alternativas de origen vegetal, también contiene grasas y fibras insaturadas saludables A la leche de soja se le suele agregar una cantidad de calcio que la hace casi comparable a la leche de vaca y su absorción de calcio está casi al mismo nivel que el de la leche de vaca fresca.

Para los alérgicos a la soja: leche de arroz y almendras.

Si se es alérgico a la soja, hay otras buenas alternativas como la leche de arroz, hecha con arroz molido y agua. Este tipo de leche es la que tiene menos probabilidades de causar una respuesta alérgica, sin embargo, suele tener altos índices de carbohidratos, azúcares y un alto índice glucémico, lo que la hace inadecuada para aquellos que sufren de diabetes. También es baja en proteínas, calcio y nutrientes, lo cual no la convierte en un buen sustituto de la leche tradicional, especialmente para el consumo de los niños.

Una alternativa un poco mejor podría ser la leche de almendras, pero es importante tener en cuenta que la mayoría de las bebidas de este tipo solo contienen de 2 a 14% de almendras y el principal ingrediente es el agua.

Cuando se trata de leche de almendras, es importante elegir bien el producto, leyendo los ingredientes cuidadosamente para saber que se está consumiendo. Lo mejor es elegir las que tienen un mayor porcentaje de almendras y sin endulzantes (jarabe de arroz, jarabe de agave, jugo de caña evaporado, azúcar crudo o maltodextrina de maíz) los cuales pueden disminuir la calidad del producto.

La leche de almendras tiene un bajo contenido energético y de grasas saturadas, además, contiene algunas grasas insaturadas saludables, como vitamina E, manganeso, zinc y potasio. Pero si este va a ser el sustituto cotidiano de la leche en nuestra dieta, es importante consumir todos los demás nutrientes y el calcio con otros alimentos de la dieta o con el uso de suplementos. Por último, debe saberse que la leche de almendras no es adecuada para las personas que son alérgicas a los frutos secos.

La leche de avena, una buena fuente de fibra.

Una alternativa rica en fibra, vitamina E, ácido fólico y riboflavina es la leche de avena, se hace mezclando avena con agua y filtrando el líquido. Es una bebida baja en grasas y es dulce sin agregar endulzantes, pero contiene el doble de carbohidratos que la leche de vaca, por lo que no se recomienda a personas diabéticas o con intolerancia al gluten, y también es necesario agregar proteínas y calcio, los cuales solo se encuentran presentes en algunas marcas. Por último, no es considerada un sustituto nutricional adecuado para los niños pequeños.

Para concluir, hay muchos aspectos a tener en cuenta cuando se va a elegir una alternativa a la leche, además de las propiedades nutricionales y el sabor del producto. También es importante tener en cuenta las necesidades y estado de salud del consumidor, especialmente para los niños, ancianos y los que están pasando por algún tipo de dieta.

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Veronica Pereira

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