Una persona suele pasar un tercio de toda su vida acostada en un colchón. La mayoría de colchones de buena calidad tienen una vida útil de al menos 10 años, pero hay muchos factores a tener en cuenta que nos pueden señalar que es momento de cambiarlo un poco antes.
Estos factores también deben tenerse en cuenta y considerarse si somos personas que no dormimos mucho en casa o la pasamos afuera, ya que los tiempos se pueden alargar o acortar si estamos todo el día en casa.
Entonces, ¿Cómo podemos determinar la frecuencia con la que debemos cambiar de colchón? Veamos la principal señal:
Empiezas a dormir mal
Los primeros signos se notan cada mañana al sentir que no descansamos lo suficiente o tenemos dolor en la espalda, cuello, manos entumecidas y constantes despertares a lo largo de la noche.
Dormir bien es importante y debe hacerse en un colchón que sea adecuado para nuestro cuerpo y contextura física. La tecnología de los colchones ha evolucionado mucho, y las empresas que los fabrican están muy al tanto de las novedades, hasta el punto que ya es posible hacer un colchón personalizado a un precio muy económico, especialmente considerando la posibilidad de mejorar la calidad de sueño diaria. Dormir bien asegura una sensación de bienestar, más energía y un mejor estado de ánimo para afrontar los retos de la vida diaria.
¿Cuál es la vida media de un colchón?
Como ya hemos mencionado, la vida promedio de un colchón de buena calidad es de unos 10 años, pero es importante tener en cuenta una serie de variantes que deben ser analizadas para el caso particular de nuestro colchón y que forman parte de nuestra contextura física, entre ellos: sobrepeso, sudoración excesiva, pérdida repentina de peso, problemas de espalda y problemas circulatorios.
Estos son algunos elementos que nos ayudan a determinar cuan desgastado se encuentra nuestro colchón y si es momento de comprar uno nuevo incluso antes de los 10 años estipulados por la garantía del producto. Ten en cuenta que no solo se trata de una brecha de calidad, sino de una necesidad de cada usuario.
Los colchones y lo que no vemos a simple vista.
Un colchón usado por al menos 8 años presenta una cantidad alarmante de microorganismos (cerca de unos 2 millones de ácaros y excrementos). Si pensamos que después de 7/8 años no hay más de 200 gramos de polvo y ácaros dentro de nuestro colchón, nuestra perspectiva tiene que cambiar y empezar a considerar el cambio.
Incluso si se siguen muchos métodos para hacer mantenimiento correcto a los colchones, esto no cambia mucho los resultados porque nuestro cuerpo durante la noche expulsa el sudor, la piel muerta, caspa y partes grasas. Por eso es importante tener en cuenta los factores personales para entender cuándo se debe cambiar de colchón y no contar mucho con lo que dice la garantía de los 10 años, sino con las necesidades individuales y el uso que le damos a nuestro colchón.
La vida útil de un colchón no es solo una cuestión de calidad, sino también de su uso.
Cuando pensamos en la vida útil de un colchón, estamos acostumbrados a medir su uso en el tiempo recomendado, pero nunca consideramos los usos y el tiempo que se le da. Por lo tanto, es mejor medir la vida útil de un colchón en desgaste y no en años, así es más fácil darse cuenta del consumo mirando lo lejos que hemos llegado con él y su aspecto.
Un colchón que se usa todos los días para dormir un mínimo de 8 horas, más otras 4 horas para leer o estudiar si eres estudiante, más 1/4 horas o más viendo la televisión sin duda van a acortar su vida útil, y esto mirando todo solo desde el punto de vista del uso, sin incluir la cantidad de polvo o ácaros que se acumulan. Esto hace que sea importante considerar cuando es el momento físico para cambiar de colchón y no esperar a que se cumplan todos los años de la garantía para considerar conseguir uno nuevo.
No olvides que en el mercado existen muchas soluciones e incluso sitios especializados que pueden ayudarte a elegir el colchón.
